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Fuera de China, la monstruosa represa hidroeléctrica Tres Gargantas, sobre el río Yangtsé, es uno de los proyectos de ingeniería más vilipendiados jamás construidos. Se la vincula con polución ambiental y de causar un gran sufrimiento a las 1,2 millones de personas que fueron reubicadas para dar paso a su embalse. Dentro de China, los funcionarios insisten en que la represa es una "heroína anónima", según las recientes palabras del jefe de control de inundaciones del Yangtsé.

Sin embargo, la controversia sobre el proyecto se enciende de vez en cuando y, ahora, en medio de las peores inundaciones del país en los últimos años, lo está haciendo de nuevo.

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Para el Partido Comunista fue un enorme orgullo la realización de las Tres Gargantas, hace una década. Las autoridades dijeron que jugaría un papel vital en la domesticación de un río que, cada vez que se inundaba, a menudo se cobraba cientos o miles de vidas.

Recientemente, los censores permitieron que algunas quejas perturbaran la cristalina superficie de los medios de comunicación estatales. Los críticos en internet se preguntaron si la represa cumplió su cometido de proteger a las ciudades de las inundaciones o si causó terremotos y no se han borrados sus mensajes.

Permitir algunas quejas puede parecer sorprendente en China, pero las autoridades tienen razones para sentirse seguras. La ampliamente denunciada represa parece estar pasando su primera gran prueba como una barrera contra inundaciones.

Esta temporada ha sido una de los más húmedas en la historia reciente de China, con 150 pueblos y ciudades sufriendo cantidades récord de lluvia. La cuenca del Yangtsé se vio especialmente afectada. En la semana al 6 de julio, en Wuhan, una ciudad gigante aguas abajo de la represa, recibió 22 pulgadas de lluvia, la mayor precipitación nunca antes registrada.

La más reciente experiencia china de un tiempo como fue en 1998, que también fue la última vez que El Niño, un cambio en los patrones climáticos del Pacífico occidental, tuvo un gran impacto en el clima mundial. Ese verano, el Yangtsé se desbordó, causando más de 1.300 muertes. Hasta ahora, este año, menos de 200 personas murieron en la cuenca del río.

Una gran diferencia es que en 1998 la represa de las Tres Gargantas todavía estaba en construcción y no entraría en pleno funcionamiento hasta el 2012. Para el 24 de julio de este año había retenido cerca de 260 millones de pies cúbicos de agua de la potencial inundación, la que habría agravado los desastres causados por las torrenciales lluvias en su curso medio e inferior. Algunas de las lluvias más fuertes se registraron aguas abajo de la hidroeléctrica.

Es demasiado pronto para declarar la victoria sobre las inundaciones. La temporada de lluvias va solamente por la mitad y se espera más precipitaciones ahora, en agosto. Sin embargo, a la fecha, como una herramienta para controlar inundaciones, la represa hizo más o menos lo que se esperaba.

Eso no necesariamente justifica el proyecto. Una de las críticas más importantes a Tres Gargantas, la del hidrólogo Huang Wanli, de la Universidad de Tsinghua, en Beijing, es que, con el tiempo, tanto sedimento se acumulará detrás de la represa que tendrá que ser derribada, dejando la cuenca del Yangtsé en peor situación que si la barrera nunca hubiese sido construida.

La región en la que se encuentra la hidroeléctrica también es una de las zonas con mayor actividad sísmica del mundo. Los geólogos temen que el peso del agua en el sinuoso embalse, 595 kilómetros de un extremo a otro, y el ascenso y descenso de las aguas, está causando temblores con mayor frecuencia a lo largo de las líneas de la falla geológica. Incluso los pequeños terremotos pueden causar deslizamientos peligrosos.

Considerada solamente como un medio de control de inundaciones, la represa es un arma de doble filo. El agua libre de sedimentos que pasa finalmente aguas abajo no es suficiente para llenar los terraplenes de protección aguas abajo, debilitándolos así como barreras contra las inundaciones. Varios han colapsado este año.

Por debajo de la represa, el agua corre más rápido ahora. Se filtró y bajó el lecho del Yangtsé tanto como 36 pies, de acuerdo con Fan Xiao, un geólogo que trabaja para Probe International, una ONG canadiense.

Como resultado, los humedales cercanos drenan hacia el río, dañando su capacidad para actuar como esponjas durante una inundación.

En el 2000, otro académico de Tsinghua, Zhang Guangduo, que había hecho los estudios de viabilidad ambiental de la represa, dijo al encargado de la construcción de la barrera que "tal vez usted sepa que la capacidad de control de inundaciones del Proyecto de las Tres Gargantas es menor que la declarada por nosotros", según documentos filtrados.

Peter Bosshard, de los International Rivers, una ONG ambiental, preguntó si era prudente gastar tantos miles de millones en un proyecto, en lugar de reforzar las medidas de protección contra inundaciones a lo largo del Yangtsé.

Ese punto ha sido confirmado por las numerosas fallas de las medidas de control de inundaciones que también han ocurrido este año. En julio, partes de la línea del tren subterráneo de Wuhan se llenaron con agua, aparentemente, el resultado de una mala gestión o de corrupción.

De acuerdo con el Diario del Pueblo, el periódico del partido, solo US$ 600 millones de los US$ 1,94 mil millones asignados a la mejora de drenaje en el metro se gastaron en realidad. Medios de prensa locales dijeron que una de las personas responsables de los proyectos de drenaje de la ciudad fue detenida por aceptar grandes sobornos.

Estos problemas se han visto agravados por la expansión urbana. Wuhan solía tener más de 100 lagos, pero ha perdido dos tercios de ellos para obras de construcción desde 1949. Los humedales de la ciudad también han sido engullidos. Los que quedan son demasiado pequeños para almacenar las aguas de las inundaciones.

Es un alivio que un número mucho menor de personas han muerto en estas inundaciones a lo largo del Yangtsé este año, en comparación con 1998, pero no es ninguna indicación de la salud ambiental más amplia de la cuenca.

La presa de las Tres Gargantas tiene un paralelo histórico. En 1928, un huracán tropical causó la inundación de Lago Okeechobee, en el centro de Florida, y sus aguas desbordadas ahoganron a 2.500 personas en la mitad sur del estado.

Determinado a que tal cosa no volvería a ocurrir, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos pasó las siguientes décadas drenando la mayor parte de los Everglades, que hasta entonces cubrían la mayor parte del sur del estado.

Ningún desastre de esa envergadura volvió a ocurrir, pero los Everglades son una sombra de lo que eran y los conservacionistas están luchando para salvarlo de la destrucción. El Yangtsé está en peligro no solo de inundaciones, sino por el control de las inundaciones.

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