Entre los republicanos se ha quebrado el tabú de votar por la demócrata Hillary Clinton en la elección presidencial de noviembre: varias personalidades de derecha rechazan públicamente a Donald Trump, sumergido en una de las más graves controversias de su campaña.
Hasta ahora la mayoría de los legisladores republicanos, así como los dirigentes del partido, siguen apoyando, al menos en los papeles, a Donald Trump o afirmando que no votarán por él ni por Hillary Clinton.
La reacción del candidato a las críticas del padre de un soldado musulmán estadounidense muerto en combate en el 2004 en Irak llevó a varios republicanos a romper con él y poner en evidencia el creciente malestar entre los conservadores con el magnate inmobiliario, señala la AFP.
El riesgo para el Partido Republicano es la dispersión del voto conservador en las elecciones presidenciales y legislativas del próximo 8 de noviembre
Según NBC, un grupo de pesos pesados republicanos, entre ellos el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani, contempla pedirle directamente a Trump que abandone su tono de confrontación y vuelva al redil de la disciplina partidaria.
Las defecciones se incrementaron tras el fin de las primarias en junio: Brent Scowcroft, ex asesor de seguridad nacional del presidente George H. W. Bush; Richard Armitage, ex secretario de Estado adjunto del presidente Bush hijo; Hank Paulson, ex secretario del Tesoro del mismo presidente, y varios ex legisladores, anunciaron que votarán por Hillary Clinton.
Michael Bloomberg, ex alcalde republicano de Nueva York, se convirtió en independiente. Hillary Clinton, logró el apoyo de la directora ejecutiva de Hewlett Packard Enterprise, Meg Whitman, y del representante republicano por Nueva York Richard Hanna, el primer republicano con una banca en el Congreso en anunciar que votará por Hillary Clinton en noviembre.