A un año de la venida del Papa Francisco, el reconocido artista plástico Koki Ruiz conversó con La Nación Digital sobre el impacto que generó en su vida, en sus siguientes obras, en su entorno y en las proyecciones profesionales haber construido el retablo.
Casi sin quererlo, en 23 años de trabajo cerca de las personas, pudo plasmar el sentir de la gente con este retablo de maíz, coco, semillas y vegetales.
"En el retablo está plasmada la esencia misma de la religiosidad popular y de trabajar acá, (en Tañarandy), en este medio, con la gente... Tiene que ver mucho eso. Yo creo que sin los 23 años anteriores de trabajar con la gente, de ver cómo era la religiosidad popular, cómo eran las personas, sin haber interpretado el sentimiento, no se hubiera concretado, no iba a surgir una idea como esta. Nace a partir de mirar a la gente, de observar simplemente. Hicimos con ese retablo para que la gente se pudiera sentir parte de esa obra", refiriéndose a cómo se originó la maravillosa idea del retablo de productos naturales.
Con un equipo de trabajo de 25 personas, más lo voluntarios que se acoplaban, la puesta en marcha del retablo duró casi tres meses.
"Estábamos 25 personas durante dos meses y medio, trabajando permanentemente, desde muy temprano hasta la tarde-noche. Muchos voluntarios también participaron, que iban después de sus trabajos, que se sumaban. Toda mi familia trabajó, más las amigas de mi hija que manejaban el Facebook por ejemplo, donde recibimos miles y miles de peticiones para escribir en los cocos. La cantidad de gente que participó de distintas formas para construir todo lo que fue ese retablo fue mucha, hubo mucha participación", recordó Koki.
Repercusión Internacional
Luego del retablo, la repercusión y la admiración hacia el artista a nivel país y a nivel internacional fueron masivas. Koki Ruiz, con una sencillez característica, dijo a La Nación Digital que existe la idea de hacer una presentación en Europa, pero que aún está en planes.
"Por un lado hay una idea de hacer alguna exposición, de hacer algo parecido al retablo en Italia. Hay una idea, pero no avanzó mucho todavía, sería para el año que viene. No es tan fácil, por el hecho de que los materiales, los vegetales, las semillas, todo eso exportarlo, llevarlo a Europa tiene mucha burocracia, es mucho trámite. Hay alguna intención. Yo no tuve mayor contacto con el exterior posteriormente para ser sincero, creo que impactó mucho en el exterior lo del retablo, pero como todas las cosas, también pasan".
Sobre el arte en nuestro país
Muy optimista sobre la situación actual del arte en Paraguay, el artista plástico habló sobre las diversas formas de expresión del arte.
"Creo que en todo el país está mejorando de a poco, en Paraguay hay un avance siempre, hay más jóvenes involucrados en las distintas disciplinas de arte, en la música sobre todo, con Sonidos de mi Tierra, por ejemplo. También el interior del país que siempre se destacó por tener su grupo de danza folklórica, eso también está dentro del folklore y del arte, tanto como las artes plásticas. Lo que veo es mucha gente tratando de hacer algo, un poco más de arte referente a la religiosidad popular".
Cuenta que de distintos lugares del país le llegan imágenes de altares que se están haciendo con semillas. "Se hacen de algunas formas más ingeniosas, más creativas. La gente va haciendo en las parroquias o en el interior, en Asunción, en Central, tratando de hacer algo con el arte dentro de la espiritualidad, de manera a que el arte sirva, sea útil a la espiritualidad", manifestó.
En cuanto a la enseñanza y el impacto que deja su trabajo en quienes lo rodean, el artista dio un mensaje muy importante sobre la creatividad, para los niños y jóvenes.
"Siempre traté que la gente con la que trabajo se vaya formando y éstas también formen a otras personas, así se va dando. Mi objetivo sobre todo es motivar a la gente, a moverse con la creatividad, para que con creatividad se pueda salir adelante".
Agregó además que "para tener creatividad es necesario ejercitarla. Al ejercitar la cretividad la gente se mueve más, formamos cultura, formamos mejores jóvenes, adolescentes, sobre todo al ejercitar la creatividad en los niños. El día de mañana la gente va ir saliendo de sus problemas solamente con la creatividad. La creatividad es muy necesaria para salir adelante y ese es el trabajo que hacemos, no para formar precisamente gente que sepa dibujar, cantar, pintar o tener alguna habilidad más, sino para que la creatividad sea capital de los jóvenes para salir adelante. Esa creatividad la van a lograr ejercitándose desde niños, viendo cosas nuevas. Por eso siempre trabajamos con las cosas que nosotros tenemos aquí, por eso el retablo es de maíz y de coco, de los elementos cotidianos, de las cosas simples que hay acá. Sin rebuscarnos o importar de otros lugares, no esperamos cosas para desarrollar la creatividad, para hacer algo creativo".
Las personas interesadas en las obras, trabajos o simplemente en alguna amena charla con el artista, están invitadas cordialmente por él mismo a su casa, llamada La Barraca, en la ciudad de Misiones.
"Siempre los contactos se generan a través de las redes sociales, por el facebook, creo que es la mejor vía, la más rápida para comunicarnos durante todo el año. En ese aspecto, sin ir a lo internacional o trascendental de fama o algo así, converso mucho con los colegios, gente de todo el país, jóvenes que permanentemente se acercan acá, grupos personas con quienes tuvimos charlas a partir de la experiencia del retablo. Tuve la oportunidad de hablar con jóvenes, incluso con gente mayor, sobre esta importante experiencia que fue para nosotros".
Resaltó que en ese sentido, hay mucha trascendencia y significación para el, al poder hablar y desarrollar conversaciones con gente de su propio país, en base a tan rica experiencia posterior a la realización y presentación del retablo para el Papa Francisco.
Al ser consultado sobre sus proyectos actuales, dijo que están trabajando sobre la imagen de un San Roque González tallado en piedra, que estima contará con 10 metros de altura aproximadamente. Además, se encuentra en plena pintura del interior de la Iglesia de San Ignacio, con artes decorativos.
"La pintura es con participación de jóvenes que conforman el grupo creativo. Siempre hay un equipo de seis a siete personas permanentes, pero en un momento dado vamos a hacer trabajos donde muchos jóvenes van a participar. Por ejemplo, cuando hagamos el cielo raso de la iglesia, mucha más gente estará involucrada. Ahora estamos pintando los pilares. Además estamos haciendo ese gran monumento de San Roque, del cual ya hemos hecho la cabeza, todo tallado en piedra".
Estas obras de Koki Ruiz ya serán permanentes, no quedarán solo para ocasiones especiales. "Se van a hacer de manera permanente -no ya como las otras que fueron efímeras- que se hacían para un evento y después se desarmaban".
Finalmente expresó que su mayor logro con el retablo fue el reconocimiento y el cariño de los paraguayos.
"Hay un antes y un después lógicamente, para mi lo más significativo es el gran cariño que la gente tomó al retablo. Lo que significó para los paraguayo, el cariño de la gente al reconocernos y recordar el evento. Creo que el retablo tiene mucho significado para el pueblo paraguayo y para nosotros también por el respaldo que nos dieron todos, eso es para mí lo más grande que quedó de la experiencia de este trabajo".