Cuidar la alimentación de un futbolista no debe ser tarea fácil y menos aún si este forma parte del plantel de Olimpia, uno de los clubes más importantes del país. Un trabajo que exige tanto del deportista como del profesional que lo lidera. ¿Quién está detrás de la nutrición de nuestros ídolos franjeados?
Por: Micaela Cattáneo
Laura Rojas (31) es nutricionista, profesión que sin duda la apasiona; sobre todo, cuando tiene que ayudar a un atleta a lograr su rendimiento deportivo con la alimentación.
En el Olimpia trabaja con jugadores de su edad, con algunos de más años y con los que están en las divisiones formativas; los orienta y los alienta, dentro y fuera de la cancha, como si fuera un director técnico, pero con tácticas nutricionales, con jugadas que les permitan mejorar su calidad de vida.
El fútbol no sólo aparece cuando habla de trabajo; al contrario, en sus tiempos libres ella misma corre tras la pelota dos veces por semana como un escape para liberar todo el estrés de las responsabilidades diarias. El deporte siempre fue lo suyo, lo practicaba constantemente cuando era estudiante, de allí su curiosidad por encontrar datos que pudieran explicar cómo debía mejorar su rendimiento físico o aguantar el exceso de actividad deportiva durante esa etapa.
La nutrición tampoco llegó a su vida por casualidad. Desde adolescente buscaba entender cómo la alimentación influía en el cuerpo, qué comidas eran más saludables y cuáles tenían más o menos calorías. Para ella, las etiquetas de los productos no pasaban desapercibidas porque en estas encontraba toda la información nutricional que necesitaba. "Por estos motivos me encaminé hacia la nutrición deportiva", recuerda Laura.
Su curriculum describe una formación que traspasa fronteras: estudió licenciatura en Nutrición en el Brasil, se especializó en Nutrición deportiva en España y Argentina, realizó su posgrado de esa especialidad en el Comité Olímpico Internacional en Suiza y amplió sus conocimientos con el máster en Nutrición deportiva en el London Metropolitan University de Inglaterra. Una carrera que la encaminó siempre a lograr goles profesionales, penales acertados y tiros libres de buen resultado. Relata el partido de su vida día a día, con ganas de involucrarse al deporte desde el lugar donde se encuentra, soñando para un futuro no muy lejano la posibilidad de crear programas nacionales que ayuden a los atletas a salir adelante.
"Con este tipo de proyectos podemos mejorar el nivel socioeconómico de muchas familias paraguayas, ya que el deporte abre puertas y oportunidades infinitas", explica la nutricionista, segura de lo que anhela con su profesión.
Centro, cabeza y gol
Quizás este sea el pase perfecto para un futbolista, que en parte se logra con el fruto de su talento, pero que también se nutre de una preparación previa energética para que pueda efectuarlo. Es ahí donde el trabajo de Laura juega un papel fundamental; ya que una buena nutrición es clave para que el deportista alcance el nivel competitivo internacional.
En el calendario de una nutricionista deportiva no hay una rutina fija, porque para el fútbol no existen domingos ni feriados. La oficina se hace cancha y los bolígrafos silbatos, arbitrar la alimentación de un jugador es cosa de todos los días.
Sin embargo, Laura encuentra espacio para atender a sus pacientes de su consultorio particular Nutricare, siendo la primera en el país en contar con un aparato de calorimetría que mide el metabolismo exacto y el consumo máximo de oxígeno en el ejercicio de los pacientes, a quienes guía sobre cómo llevar una alimentación saludable. No son los únicos que le piden consejos; en cualquier reunión familiar, sus parientes son los primeros en querer saber si lo que están por comer engorda o no, pero ella asegura que sólo lo hacen en broma.
En su día a día no pueden faltar libros de nutrición y deportes, verduras en sus almuerzos y cenas, unos minutos en el gimnasio y tiempo para compartir con su sobrino de tres años. Todo esto sin dejar de lado las labores que emprende como nutricionista en el Comité Olímpico Paraguayo y en los programas de salud de una conocida marca de jugos.
Sin dudas, Laura deja todo en la cancha, en un partido que excede los 90 minutos y en donde hay tarjeta roja para los jugadores que no siguen sus indicaciones nutricionales. "Todo funciona de adentro para afuera", comenta sobre la importancia de cuidar la salud en base a una buena alimentación; porque así como en el fútbol, la meta marcada es triunfar en la final.