El ministro Rolando de Barros aseguró que el presidente Cartes quiere que se cumpla la voluntad popular.

Jorge Zárate

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El ministro del Ambiente Rolando de Barros pidió una tregua que le fue concedida al mediodía de ayer tras una dura negociación con la gente que cerraba el acceso a la empresa Concremix, explotadora de la piedra del cerro.

Como resultado del acuerdo se espera que el ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, que llega hoy al país desde el Brasil se sume a revisar las documentaciones para dar por finalizado el contrato de explotación de la empresa, vencido el 28 de mayo pasado, para dar paso a que el municipio de Ñemby se quede con el cerro y su área aledaña.

Elodia Peralta muestra una de las grietas que tiene en su casa a causa de las detonaciones en la cantera.

"Ni una bomba más", dijo El titular de la SEAM asumiendo un cántico de los pobladores contra las detonaciones que practicaba la empresa Concremix. Fue mientras negociaba con la gente que estaba en la toma que no lo quería dejar salir de allí hasta que consigan sus objetivos.

Entre tanto, el intendente de Ñemby Lucas Lanzoni (PLRA) informó que habrá asueto de dos días para sumar a la población a la defensa del lugar hasta que el Gobierno Nacional obre en consecuencia.

La empresa denunció ante la Fiscalía a Lanzoni, al que acusa de haber montado la movilización frente a sus portones. Entre tanto, unos 400 empleados se muestran preocupados por la suerte de su fuente de trabajo.

"La empresa no va a cerrar, lo único que van a dejar de hacer es explotar la cantera", intentaban tranquilizar los manifestantes a los trabajadores que seguían los acontecimientos asomando desde los muros de la empresa. "Investiguen, pareciera que (Blas) Lanzoni (gobernador del departamento Central) tiene una cantera en Itá y no quiere competencia", deslizó uno de ellos.

Lo real del caso es que las detonaciones causaron serios daños en viviendas de cuatro barrios en la ciudad, Los Naranjos, San Miguel, Rincón y Caaguazú y que las ondas expansivas se sienten hasta mil metros a la redonda de una zona que tiene una población considerable. La recuperación del predio como sitio de recreación y turismo es un antiguo anhelo de los ñembyenses, que parecen estar a un paso de lograr su cometido.

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