Con verdaderos golazos, y nada menos que para dar el triunfo a Lanús en el denominado "clásico del sur" frente a Banfield, dos futbolistas paraguayos se convirtieron en el centro de todos los elogios en el fútbol argentino.
Ellos son Víctor Ayala y Miguel Almirón, quienes con "un fierrazo" y "una vaselina", respectivamente, consolidaron a Lanús en la cima de la tabla de la Zona 2, con cinco puntos de ventaja sobre Estudiantes.
En entrevista concedida al diario Olé, los paraguayos no se animaron a afirmar que aquellas anotaciones en el clásico serán los goles del campeonato, pues esperan "que vengan muchos más". Sí, coincidieron en que fueron los goles más importantes de su carrera.
"Sí, fue lindo hacerle un gol a Banfield. Hacía mucho que no se me daba y espero seguir así", indicó Miguel Almirón, al tiempo que Víctor Ayala reconoció que "por todo lo que significaba, elijo este y el de la final de la Copa Sudamericana, en 2013".
[embed]https://www.youtube.com/watch?v=N9z9f60IQow[/embed]
Al recordar su gol, Ayala dijo que siempre practica esa jugada con su compañero Maximiliano Velázquez. "Nadie se mostraba y cuando vi el hueco le pegué. Por suerte entró y abrimos el marcador. Pero ojo, el gol de Miguel no se queda atrás", manifestó.
"Sí, fue lindo. Me felicitó mucha gente. Ya había tenido un mano a mano muy parecido y no había podido convertir", acotó Almirón, quien "gracias a Víctor y Gustavo Gómez (el otro paraguayo)" se adaptó "rápido". "Si venía solo me hubiera costado más. Tenemos una relación buena, somos muy amigos", recalcó.
La cábala y el as bajo la manga
Si hay dos cosas que unen a los paraguayos en cualquier parte del mundo, son el tereré y el guaraní. Y, para Ayala, Almirón y Gómez, son más que una bebida refrescante y un dulce idioma.
"Con el tereré tenemos una cábala, pero no la vamos a contar hasta que termine el torneo", confesó Ayala, al tiempo de comentar que en las rondas de tereré, en las que se extraña a la familia y los amigos, hablan "mucho del fútbol paraguayo".
En cuanto al guaraní, reconocieron que "es el as bajo la manga" con el que cuentan porque "así los rivales no entienden de lo que hablamos. Nos viene bárbaro cuando hay una jugada preparada", dijo Víctor Ayala. "Yo no sé hablar mucho, pero sí escuchar y entiendo muy bien", acotó Miguel Almirón.