Por Christian Pérez

Con mucha rebeldía, gran corazón y un hombre menos al iniciar la segunda etapa, Cerro Porteño logró remontar para quedarse con una victoria de gran valor (2-1) ante Sportivo Luqueño, otro equipo ambicioso, que sufrió y mucho la baja de varios hombres claves. César Farías se jugó en el segundo tiempo, por fin se animó a sacar a los pesos pesados y los hombres del banco fueron protagonistas principales para cambiar lamento por festejo.

El Ciclón intentó dibujar una doble línea de cuatro, pero en realidad casi siempre fueron tres hombres en el medio, pues Sergio Díaz, el elegido para cubrir el medio por izquierda, se pasó caminando por momentos con Fabbro en la zona ofensiva. A Cerro le sigue costando en el aspecto de la contención, ya que Fidencio sigue llegando tarde en todas las presiones y Santana no puede multiplicarse para marcar y distribuir al mismo tiempo.

Luqueño, desmembrado por suspensiones y lesiones, fue un equipo muy tímido, que encontró una genialidad del joven Alexis Rojas para ponerse arriba, pero que luego le costó asumir el papel de ganador, incluso con un hombre más.

El azulgrana creó peligro real en el primer tiempo en un mano a mano de Fabbro con el portero, que definió mal el "17" y un remate de Santana al palo. El auriazul fue eficaz y en un contragolpe letal, Rojas dejó parado a Silva con un brillante remate. La jugada vino de una pelota perdida de "Leo" Cáceres, quien ratificó su pésimo momento.

El segundo tiempo comenzó de la peor manera para Cerro. Bonet, por un patadón a Villamayor, vio la roja y dejó a su equipo con diez. Los problemas se multiplicaban para los de César Farías.

Este hecho animó más a Cerro en lo anímico y con variantes certeras del DT venezolano, el equipo diezmado fue más que un tímido Luqueño. Farías por fin se animó, sacó a los de peores rendimientos, Fabbro, Oviedo y Díaz.

Rojas le dio equilibrio al medio, Raúl Cáceres recompuso la defensa, le dio proyección clara y precisa y Julio Villalba (debutante) en pocos minutos fue mucho más productivo para el equipo. El juvenil vendido al fútbol alemán se mostró encarador y muy participativo.

Con nervios y superado en todo sentido, el auriazul perdió sobre el final a dos hombres, primero a Aldama (en el 1-1) y luego a Espinoza, quien no jugó ni 20 minutos.

La "Pantera" Leal estuvo intratable y con dos apariciones, remontó el resultado, para que Cerro Porteño se acerque cada vez más a la punta.

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