Con la victoria de este sábado en Libertad (1-0), Rubio Ñu trepó a la cuarta posición de la tabla, quedando a solo cuatro puntos del líder Sol de América y a uno de los escoltas General Díaz y, casualmente, el Guma.

Por eso, y considerando que falta toda una rueda para que finalice el torneo Apertura, Roberto Miguel Acuña se permite soñar con un adiós definitivo al fútbol, como campeón del fútbol paraguayo.

Y no es que el popular "Toro" esté ansioso por retirarse. Al contrario. El haber arrancado de titular apenas un día después de haber cumplido 44 años, y jugando en un gran nivel, le dio al mediocampista un nuevo motivo para renovar sus sueños e ilusiones.

"Es posible retirarme campeón, sabemos que es difícil, queda mucho todavía, pero el equipo está preparado para ir partido a partido. Queremos entrar a alguna copa internacional en 2017", confesó Acuña, tras la valiosísima victoria que cosechó el conjunto trinidense en la víspera.

Al consultársele sobre las razones que lo tienen jugando a los 44 años, Acuña explicó que son "las ganas, el amor que uno tiene por este deporte, amo jugar al fútbol, y el apoyo de la familia". "Uno va día a día y hoy en día me siento muy bien, con muchas ganas de terminar este torneo y después ver el futuro", agregó.

En otro momento, el mundialista albirrojo se mostró contento por ser "uno más en el vestuario". "A mí me pone muy feliz codearme con jugadores que podrían ser mis hijos, estar entrenando a la par de ellos. Eso me pone muy contento", acotó con mucho orgullo. De hecho, comparte vestuario con el hijo de uno de sus excompañeros de selección, Carlos Gamarra.

Por último, Roberto Acuña manifestó que si se mantiene tan vigente y jugando como si tuviera 30 años, es porque "el cuidado del futbolista tiene que ser de muy joven, para tratar de jugar por lo menos hasta mi edad. Tener una vida ordenada tanto dentro como fuera de la cancha para poder seguir jugando con mis 44 años".

Fuera de esos cuidados, el Toro se puede dar el lujo de disfrutar de dos de sus vicios favoritos antes y después de cada partido: la gaseosa y el chocolate.