Por Josefina Bauer

Socia Del Club de Ejecutivos del Paraguay

El dengue es una enfermedad contagiosa y epidémica producida por un virus transmitido por el mosquito aedes aegypti, bla, bla, bla…

Ya estaba en cuarto grado del colegio cuando aprendí la definición, los síntomas, tipos de contagios, etc… Con los años a mi aprendizaje escolar se sumaron los tipos de dengue y otras enfermedades que podrían transmitirse a través del mismo mosquito.

Al paso del tiempo los casos de dengue aumentan. Y hoy me atrevo a decir que prácticamente no existe una familia en el Paraguay que no haya pasado por UN caso de dengue entre sus integrantes.

Se han hecho muchas campañas para evitar que siga propagándose la enfermedad, fuertes concientizaciones para eliminar los criaderos. Se han fumigado las casas, entregado boletines, comunicado en redes sociales y realizado todo tipo de comunicación en la TV, diarios, radios, carteles y revistas. Sin embargo, este año el dengue no está mejor que el año pasado.

Es que de alguna manera u otra, todas estas campañas no me están hablando a mí, "si yo me cuido". Sentimos que les hablan a los inconscientes que tienen criaderos en sus casas (aunque nunca me tomé el tiempo de revisar el patio de casa a confirmar que no tengo un criadero. O que les hablan a esas personas que no usan espirales (porque por casa solo ponemos cuando salimos al patio y nos acordamos, si es que sobra alguno del paquete que compré en el súper) o que les hablan a las personas que no se ponen repelente (porque yo compré el repelente, está visible para que todos usen en casa, en teoría deben de ponerse, no?)

Existe un porcentaje de personas que hace las cosas bien, que usan espirales a las horas correctas, fumigan sus casas frecuentemente, usan repelente diariamente, comprobaron que no tienen criaderos en sus casas. Pero ese porcentaje es muy pequeño y esa gente tiene una chance de no contagiarse jamás.

Sin embargo está la masa, todo el resto que no estamos haciendo bien las cosas y en esa masa me incluyo. Como investigadora, cuando se me ocurrió escribir este artículo, hice una pequeña investigación en mi entorno y los resultados fueron sorprendentes!

En familias cultas, con acceso a la información y posibilidades económicas, no personas que deben decidir entre un espiral y paquete de leche… Estas son algunas de las situaciones que existen:

  • “Uso repelente con mis hijos, pero nosotros los adultos no usamos”.
  • “Yo no uso repelente si estoy en la oficina con aire todo el día”.
  • “En casa tenemos el aparato que atrae y mata los mosquitos, por eso no usamos repelente”.
  • “En casa no hay dengue porque las murallas son altas”.
  • Etc., etc., etc… puedo seguir con varios comentarios más.

En un grupo de 15 personas, cuando consulté quienes tenían puesto en ese momento repelente, la única persona que levantó la mano fue una nena de 10 años, el resto de los adultos bajó la cabeza.

Entonces, ¿cómo pensamos combatir el dengue si creemos que el vecino es quien se va a contagiar y no yo? ¿Cómo vamos a evitar que siga creciendo y propagándose esta epidemia si yo no me cuido?

Con la mano en el corazón respóndanse en este momento: ¿tienen puesto ahora repelente?, ¿fumigaron sus casas en las últimas 2 semanas?, ¿prendieron esta mañana un espiral cuando se levantaron o ayer de tardecita?, ¿controlaron el patio de sus casas o sus empresas en el último mes?

El dengue no es un problema de todos, es solo un problema mío y como tal lo tengo que tratar. ¿Acaso no les ponemos vacunas a nuestros hijos y nuestros padres lo hicieron con nosotros para prevenir enfermedades? Hoy esas enfermedades ya ni existen, pero fue un trabajo colectivo consciente…

Lastimosamente no podemos ponernos una vacuna contra el dengue, pero SI tenemos posibilidades de erradicarlo del Paraguay. Solo basta que yo tome conciencia, pues la persona hace al conjunto de la sociedad.

"Si querés cambiar el mundo, empezá por vos".

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