Lo que venía anunciando desde la campaña presidencial se cumplió: el gobierno de Mauricio Macri, que asumió el poder en diciembre, oficializó el miércoles las nuevas tarifas del servicio eléctrico, que sufrirán un fuerte aumento tras la reducción de los subsidios al consumo.
El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, publicó una resolución que aumenta en unos 200% a 300%, a partir de febrero, los precios mayoristas de la electricidad en la capital y el Gran Buenos Aires por lo que se esperan subas de hasta 500% para el usuario final. La medida alcanzará a unos 32 millones de usuarios residenciales, comerciales e industriales de todo el país.
Si bien aún no se sabe cómo impactará en la cuentas, ya que los aumentos dependerán del consumo, los medios locales advierten que las facturas residenciales sufrirán drásticos incrementos.
Al ajustar los precios de la energía, de hecho quedaron eliminados los subsidios que recibían millones de usuarios en sus boletas de pago.
El anuncio se convirtió en tema de tendencia (trending topic) en las redes sociales. Bajo el hashtag #Tarifazo miles de argentinos opinaron sobre la medida, informó BBC Mundo.
40% DE DEVALUACIÓN
Muchos expresaron su preocupación por los aumentos, que vienen poco después de que el país padeció una brusca devaluación –calculada por algunos en hasta el 40%– luego de que el gobierno levantara las restricciones al dólar.
En cambio, otros apoyaron la decisión de Macri de reducir los subsidios a la energía, que representan una parte importante de las finanzas del Estado.
En su resolución, en el Boletín Oficial, Aranguren culpó por los aumentos al kirchnerismo, que gobernó Argentina por doce años, entre el 2003 y 2015.
El texto señala que los aumentos son necesarios "ante el desfasaje existente entre los costos reales y los precios vigentes" de la electricidad, y busca "prevenir un impacto negativo en la economía nacional".