Por Jimmi Peralta

No se borran de la memoria asuncena los regulares lunes de jazz en Bohemia, los clásicos jueves de La Placita, en La Viola o la convocatoria con invitados de Yess Jazz en Planta Alta. Casi en silencio publicitario, y de la casa habitada por músicos talentosos surgió unos años atrás "los miércoles de jazz" en Drácena (México 732 entre Fulgencio R. Moreno y Herrera). Una cita que después de un tiempo de reposo vuelve a marcarse ahora en el micro centro de Asunción, para uno de los géneros más reconocidos de la música contemporánea, como lo es el jazz.

"Los miércoles de jazz vuelven para seguir brindando conciertos de alta calidad", comenta Sebastián Ramírez, baterista, gestor cultural y también dueño de casa en Drácena.

"La idea principal es dar un espacio de libertad al artista e invitar al público a que vea un arte sincero, sin restricciones y sin buscar adecuarse a estéticas establecidas por el mercado, lo que da en resultado a experiencias mucho más enriquecedoras y especiales, algunas propuestas pueden agradar o no al público, la idea es educar, dejar un mensaje y expandir los horizontes de la relación público – artista", explica "Seba".

El los primeros ciclos las convocatorias lograron consolidar ensambles como Libre Albetrìo y Brazucada. "Este año pretendemos seguir 'probando' varios tipos de ensambles y proyectos con la mayor libertad, además de dar espacios a los grupos ya formados como Rodrigo Quintas Quinteto, 'Chino' Corvalán Cuarteto y otros".

La trabajo de "Seba" y Leticia López, su compañera, no es limitar el proyecto en los "Miércoles de Jazz", sino expandirse a otras áreas. Actualmente el local alberga una exposición de Vero Sforza, en marzo Ricardo Castellani presentará su obra teatral "Los asesinos y los muertos", en tanto que durante enero se desarrollaron taller de composición y seguirán con clases de batería, además de la fusión de jazz y artes escénicas que vienen trabajando con el elenco de Karaku Teatro.

"Hay muchos lugares y muy buenos en su infraestructura para tocar (en Asunción), el problema desde mi punto de vista y hablando específicamente sobre el jazz y sus derivados, es que los lugares que dan espacio a este estilo son contados con los dedos, creo que básicamente se enfocan en hacer que el negocio sea lucrativo (tiene lógica obvio), pero dejan de lado lo artístico", explica Ramírez.

Drácena tiene como espíritu generar las condiciones más cómodas para el público, pero, como aclara el baterista, "Es un espacio cultural, no un bar".

VARIOS ARTISTAS

Dos semanas de espectáculos convocaron al escenario a varios artistas internacionales en el local de la calle México: Sebastián Álvarez (saxofonista de Buenos Aires) Germán Lema (tecladista de Bariloche), Miguel Antar (contrabajista radicado en São Paulo), Celso José (trompetista brasilero), Jonathan Piñero (trompetista venezolano), a demás de a David Rodríguez (saxo alto) y Rodrigo Quintas (piano), de Paraguay.

Los siguientes miércoles tocarán el guitarrista Esteban Romero y el saxofonista Rudi Elías.

Consultado respecto a la movida del jazz, Ramírez dijo que "está en crecimiento constante gracias a la autogestión de los propios músicos, el jazz a la calle creo que es algo que ayudó muchísimo a ese crecimiento y estoy seguro que esto va a continuar y se vendrán tiempos cada vez mejores para el jazz nacional".

Dejanos tu comentario