Liane Davey
El estrés en los lugares de trabajo es un problema significativo para, por lo menos, un cuarto de la población trabajadora en los Estados Unidos. Alarmantemente, el porcentaje se eleva a casi 50% para aquellos con empleos de oficina. En términos estadísticos, esto significa que uno de los compañeros sentados junto a usted probablemente está experimentando una gran cantidad de estrés. En algún punto, seguramente lo afectará a usted, ya sea directa o indirectamente. ¿Qué debería hacer?
Ignorar el estrés de su compañero es una opción, pero probablemente no una buena idea. Si usted está dispuesto, hay muchas formas en las que puede tomar un rol más activo para ayudarlo a manejar el estrés.
Antes que nada una nota de precaución: aunque el estrés no es contagioso en el sentido tradicional, puede esparcirse. Esto se debe a que su cerebro está preparado para notar los estados emocionales de aquellos a su alrededor. Antes de acercarse demasiado, recuérdese a usted mismo que el estrés no es suyo. Comprender esto lo ayudará a protegerse de reflejar el estrés de la otra persona.
Dicho esto, he aquí tres formas en las que puede ayudar a un compañero estresado:
1. Reduzca el aislamiento al escuchar y ser empático. Primero, hágale saber que usted se da cuenta del estado en que se encuentra. "Escucho muchos suspiros de por allá, ¿Qué pasa? ¿Puedo ayudar?" Para algunas personas, el sólo hacerlas conscientes de su estado emocional, las ayudará a recentrarse. Si admiten que están abrumadas, preocupadas o atoradas, comience repitiendo lo que escuchó. "Entiendo lo que estás pasando, tienes muchos pendientes." La idea no es estar de acuerdo con o justificar el estrés, sino simplemente hacer que la otra persona se sienta escuchada y comprendida.
Sin este paso, cualquier intento de ayudarla a mitigar el estrés podrían sentirse críticos o condescendientes
2. Encuentre la raíz del problema. Una vez que entienda la fuente del estrés, actúe como una caja de resonancia o un entrenador, para ayudar a que su compañero descubra las razones detrás de este. Obviamente, la naturaleza exacta de la ayuda depende de lo que esté ocasionando el estrés, pero trataré tres causas comunes: demasiado que hacer, incertidumbre acerca de cómo tener éxito y conflictos interpersonales. Una vez que descubra la causa, puede sugerir formas prácticas de lidiar con ella.
3. Sugiera tácticas para minimizar el impacto del estrés.
— Demasiado que hacer. Si su compañero está abrumado por la carga de trabajo, ayúdelo a definir prioridades y tener claridad en una o dos tareas. Tome un bloc de notas y anoten los pasos de forma que se sientan tangibles. Esto probablemente será suficiente para desatorar a su compañero y ponerlo nuevamente en marcha,
— Incertidumbre acerca de cómo tener éxito. En el caso de la persona que carece de confianza, guíela a través de la tarea y de lo que se requerirá para completarla exitosamente. Refuerce las buenas ideas y ayúdelo a pensar en otras estrategias para las partes que son más difíciles.
— Conflicto interpersonal. Si la fuente del estrés es interpersonal, su distancia respecto a la situación podría de hecho ser muy útil para su compañero. Usted podría preguntar acerca de cómo él está experimentando la relación difícil y después desentrañar el impacto que la tercera persona está teniendo desde su intención.
Sin importar la naturaleza o fuente del estrés, su estrategia va en tres direcciones: ayudar a su compañero a hablar sobre la situación para reencuadrarla en forma más constructiva; dividirla en bloques manejables y entonces ayudarlo a visualizar un plan de acción.
(Liane Davey es vicepresidenta de soluciones en equipo en Knightsbridge Human Capital.)