BBC Mundo.
Decenas de personas comparecieron, esta semana, ante un tribunal de EEUU para declarar contra el doctor Farid Fata. Llegaban temblorosas, apoyadas en bastones, algunos con las articulaciones vendadas, y casi todas exhaustas por el desgaste físico y psicológico propio de años de quimioterapia.
Allí revelaron una verdad terrorífica: su oncólogo les había mentido, nunca tuvieron cáncer. Es fácil adivinar su sufrimiento. Cuando una persona es diagnosticada de cáncer, sabe que se enfrenta a una enfermedad que carga con el estigma de ser una de las principales causas de mortalidad del mundo.
Lo otro es someterse a un tratamiento agotador con numerosos efectos secundarios. Las víctimas del doctor Farid Fata sufren secuelas por culpa de su engaño y sus agresivos tratamientos. Al menos 553 personas se sometieron a ese doble sufrimiento sin padecer la enfermedad, según consta en la querella criminal presentada por el FBI contra Fata. La fiscalía pide para él 175 años de cárcel, aunque sus abogados quieren que esta cifra se rebaje hasta 25.
Durante la vista oral dedicada las víctimas, que se celebró esta semana, Fata se hallaba sentado a tres metros de ellas. Impertérrito, escuchaba de su propia voz el relato de sus padecimientos.
"ERES UN MONSTRUO"
"Aunque no estoy muerta, soy una sombra de lo que era… Hay días en que no puedo ni permanecer en pie", dijo Maggie Dorsey, una de las afectadas. "Estoy furiosa", relata Mónica Flagg a la cadena CBS. "No puedo creer que un médico haya traicionado de esa forma a tanta gente. No puedo creer lo que hizo". El FBI sostiene que el doctor Fata no solo diagnosticó y trató falsos casos de cáncer, sino que suministraba caros y agresivos tratamientos a pacientes que estaban en las últimas fases de la enfermedad y no tenían posibilidades de sobrevivir. "Farid Fata, te odio", dijo Laura Stedfeld elevando la voz hacia el médico. "Eres repugnante. Eres un monstruo... Eres un cobarde ya que ni puedes mirarme. Envenenaste, torturaste y mataste a mi papá".