Armando Giménez Larrosa - armandogimenez@lanacion.com.py

El ejecutivo, empresario y profesional Alberto Acosta Garbarino, preparado en Brasil en la carrera de Administración de Empresas, que luego lo catapultó al mundo financiero, mencionó que las claves principales para conseguir el éxito y los fundamentos para liderar, son la preparación y el buen trato.

Destaca, además, que fue pionero en Paraguay para el desarrollo financiero de las tarjetas de créditos, para luego formar parte de uno de los más importantes bancos nacionales del sistema. Enfatizó durante la entrevista que para una persona sea un líder, lo más importante es el equipo.

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Sostuvo que la legalidad y el profesionalismo son los motores que mantienen estable a una empresa ante una tormenta. Fue su caso, en Familiar, durante la pasada crisis financiera en el país.

–¿Cómo decidió ingresar al mundo de las finanzas?

–Yo fui a estudiar en Brasil Administración de Empresas en la época de los años 70, durante el boom de Itaipú. Cuando volví a Paraguay, el país estaba en crecimiento económico, con tasas por arriba del 10%, por lo que había una necesidad de tener gente capacitada. Coincidió con la apertura de los primeros bancos nacionales, como Banco Unión, entre otros.

–Fue cuando nacieron las primeras tarjetas en Paraguay.

–Al llegar a Asunción ya recibido, el Banco Unión, propulsor de las tarjetas de créditos en Paraguay; había firmado con Visa internacional para traer los plásticos. Fui a trabajar allí, ya que querían poner a alguien joven, dinámico y con buena formación al frente del proyecto. Yo entré al mundo financiero para un proyecto nuevo, no entré para un cargo formal que ya funcionaba. Ingresé directamente de la universidad a un banco, sin experiencia, para un proyecto que en Paraguay no existía, que era la tarjeta de crédito. Puedo decir que soy el pionero con las tarjetas en Paraguay, con las cuales aprendí mucho, tanto por los viajes de capacitaciones, así como en tecnología y de la banca.

–¿Cómo surge Bancard?

–Luego, producto de mi conocimiento en la materia, ya que yo veía cómo se manejaban las tarjetas en el mundo entero a través de empresas administradoras, se creó Bancard. La empresa que hoy maneja todas las tarjetas de créditos y de débitos, además de los cajeros, es propiedad de todos los bancos y de financieras del país. Me tocó crearla en el año 1985, cuando fui el primer gerente general de la empresa. Es decir, yo entré al mundo financiero por el lado de las tarjetas.

–¿A qué atribuye el éxito?

–El éxito tiene un componente, una mezcla de preparación y también de suerte, es decir de fortuna. Yo tuve la suerte de, sin ninguna experiencia laboral y recién recibido, que me den la oportunidad de estar al frente de un proyecto de esa envergadura. Ese fue un componente de suerte, pero también, ya que yo venía bien formado del exterior, me ayudó. Es decir, creo que el éxito es una mezcla entre la oportunidad y la preparación.

–Es importante viajar.

–Sí. Por eso digo que cuando hacemos y conocemos algo, viajemos al exterior para traer la experiencia en países más avanzados, de manera a adecuar esas experiencias a la realidad paraguaya. Yo aprendí eso a lo largo de toda mi carrera. Me sirvió primero en las tarjetas, después en Financiera Familiar, como director de esa empresa; y cuando se crearon las fundaciones también, como Desarrollo en Democracia (DENDE). El consejo de mi aprendizaje es que hay que ir afuera, pese a que hoy es más fácil con internet, aunque nada reemplaza a ir a mirar y adecuar las experiencias a la realidad.

–¿Qué mensaje deja la evolución de Familiar, de una casa de crédito a un banco?

–La evolución de la empresa, desde mi punto, es decir, desde que entré en el año 1996 a financiera Familiar, es que me sumé como accionista y gerente general. Básicamente yo vi una mina de oro allí, un potencial enorme. Una empresa muy ordenada y bien manejada e informatizada.

Pero Familiar venía de ser una casa de crédito, para luego ser una financiera, muy enfocada solamente al crédito de consumo, sin ningún otro tipo de operación. Yo encontré allí una marca muy potente con un gran nivel de ética en los directivos y accionistas, con principios y valores. Ese momento ya iniciaba la crisis del 95 y 97, en dónde justamente había falta de valores en los directores que manejaban los otros bancos.

–¿Cómo afrontaron esa crisis?

–Suelo repetir mucho a la gente de banco esto, que en el momento que llegó la crisis entre el 1995 y el 2001, cuando caen bancos y financieras, Familiar seguía creciendo prudentemente. Yo creo que la explicación de cómo seguimos creciendo a pesar de la tormenta fue en que no cometimos los mismos errores que cometieron las entidades que cayeron. En primer lugar, la legalidad; en segundo lugar, conflicto de intereses (el crédito a directores del mismo banco denominado crédito vinculados); y en el último lugar, el profesionalismo. Nosotros siempre hemos buscado la mejor gente capacitada del mercado pagando bien, porque la calidad del banco depende de la calidad de su gente.

–¿Cómo nació la necesidad de impulsar CrediCédula y porqué tiene tanto éxito?

–Yo creo que en el caso de Familiar, como empresa, la contribución a la economía es que haya más gente incluida a través de los servicios financieros. De allí nació la idea, ya que siempre hemos desarrollados productos que van enfocados a la base de la pirámide o segmentos populares. Con esa visión desarrollamos CrediCédula y CrediMóvil, que es el canal. Esta fue premiada en la asamblea del BID, como un hecho meritorio a la inclusión financiera. Hoy tenemos 65 mil personas que tienen créditos a través de este medio.

–¿Cuál es la clave para liderar?

–Hay una frase que me gusta mucho, que repito; "Yo creo que es importante el liderazgo, pero también es más importante, el equipo". La clave del banco fue atraer gente buena y retener, y para eso hay que dar condiciones laborales y de desarrollo y económica. Uno debe aprender a ser líder, así como a ser seguidor. Hoy en día, en que todo depende de la gente, lo fundamental también es el trato. Es decir, el trabajo del líder es generar que esa visión que el tiene que sea la de todos, y no solo de él. Todos trabajan para eso, por lo que el respeto en ese sentido es fundamental.

–¿Qué reflexión desea trasmitir a los demás?

–Pese a que en Paraguay se reflejó un crecimiento importante en los últimos 10 años, el desafío de nosotros es que sea sostenible. Hasta ahora fuimos favorecidos por vientos del exterior. El mensaje es que, repitiendo la frece de Eusebio Ayala, "al paraguayo le cuesta mucho encontrar temas que los une, en lugar de eso están peleando por lo que les divide". Esto pasa en la política, en la economía, en todos lados, por eso el mensaje es que en el mundo moderno la clave del desarrollo es la asociación.

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