La discusión de la implementación del Servicio Militar Obligatorio (SMO) saltó al tapete tras el anuncio del candidato a la Presidencia de la República por la ANR, senador Mario Abdo Benítez, de estar a favor del cumplimiento de la normativa que establece el Servicio Militar Profesional. Sus expresiones generaron diversas reacciones, muchas a favor y muchas en contra. Con el objetivo de escuchar los diversos puntos de vista, la radio 970 AM y La Nación llevaron a cabo un debate con la participación de representantes ligados directamente al tema, políticos y ciudadanos. Con la conducción del periodista Augusto Dos Santos, formaron parte de la mesa de diálogo el general retirado Carlos Liseras, experto en temas militares; Vidal Acevedo, de la organización Servicio Paz y Justicia (Serpaj); Omar Ocampos, candidato a diputado por el Partido Encuentro Nacional (PEN), y Colaso Bo, por la ciudadanía. Reproducimos aquí parte de los intercambios de opiniones.

A. Dos Santos:¿­Cuál es el con­cepto básico sobre el Servicio Militar Obligatorio?

C. Liseras:

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Nosotros tenemos en las Fuerzas Armadas de la Nación dos servicios: el ser­vicio militar obligatorio y el voluntario. El volunta­rio es un servicio que hacen los oficiales y los suboficia­les que hacen carrera den­tro de la institución armada y el Servicio Militar Obliga­torio es una carga social que está establecida en la Cons­titución Nacional que hacen los jóvenes a partir de los 18 años, por un año en la Región Oriental y por seis meses en la Región Occidental, con el objetivo de prepararse para la defensa armada de la patria, en caso de necesidad.

Entonces, debemos partir de que el servicio militar obli­gatorio primeramente tiene rango constitucional, está establecido en nuestras nor­mas, en nuestras leyes; es de carácter obligatorio y aclara­mos que no tiene una exigi­bilidad legal, vamos a decir, para los que no cumplen con ese servicio.

Anteriormente, en la ley del Servicio Militar Obligato­rio se establecía que ningún funcionario público podría ser nombrado si no pasaba por los cuarteles. Esa era la única sanción que se tenía con relación al servicio mili­tar obligatorio. ¿Qué significa el Servicio Militar Obligato­rio? ¿Por qué existen unas Fuerzas Armadas dentro de un país y cuáles son los paí­ses en el mundo que no tienen Fuerzas Armadas? Todos los países en el mundo tienen sus fuerzas armadas y ¿cuál es la misión de unas fuerzas arma­das? La misión es la defensa territorial y, en nuestro caso, le agregamos la defensa de las autoridades legítimamente constituidas.

¿Por qué? Porque si se atenta contra el territorio, se pierde ese espacio vital que está dedicado a los habitantes de ese territorio. Entonces, es como una invasión, la pérdida de un terreno de una casa pro­pia, vamos a decir. Entonces, hay que defender ese espacio vital. Y lo otro es la defensa de las autoridades legítima­mente constituidas porque si esas autoridades no pueden ejercer la misión o la tarea que se les da, ya sea electoral­mente o asignada, entonces esa autoridad no puede cum­plir un rol dentro del Estado y el Estado no puede funcio­nar. Por eso es muy impor­tante la defensa de esas dos cosas. ¿Por qué se necesita de un servicio obligatorio? Por­que se necesita de reserva. Unas fuerzas armadas nece­sita formar reservas, no se puede con lo está presupues­tado en el año enfrentar una situación de conflicto porque uno inmediatamente queda sin reservas y al quedarse sin reservas, esas fuerzas arma­das son innecesarias.

V. Acevedo:

Para el Serpaj, que está tra­bajando desde hace mucho tiempo en este tema y tam­bién por el ejercicio del deber de derecho de con­ciencia, el Servicio Militar Obligatorio es una imposi­ción que se da a partir de un modelo que se impuso allá por el año 1845, en la época de Carlos Antonio López, incluso mucho antes, en la época de la colonia. Enton­ces, para nosotros es una imposición para los jóvenes que cumplieron los 18 años.

Nosotros tenemos registra­das varias muertes caratula­das como accidentes por las Fuerzas Armadas. Para noso­tros es una imposición y una manera de domesticación de los jóvenes a un sistema que le inculca valores no democrá­ticos. Eso es para nosotros el servicio militar.

C. Bo:

Yo solamente puedo hablar cosas buenas del servicio militar. Cuando cumplí 16 años tuve la obligación, con mi familia misma, de perte­necer a las Fuerzas Armadas de mi país, porque era varón y voy a sentirme muy útil ahí para cualquier necesidad que tenga el país. Jamás iba a llegar a imaginar lo impor­tante que iba a llegar a ser en mi vida ese servicio militar.

Es una experiencia que yo creo deben hacer cada una de las personas, sean varo­nes, inclusive mujeres, por­que te forja el espíritu; te da una responsabilidad dife­rente a la que se recibe en la casa, tenés una experiencia espectacular. Allí se fomenta el compañerismo, el orden, la responsabilidad, el aseo. Para mí es una de las experiencias mejores de mi vida. Uno de mis hijos ya va a tener edad para ir y me gustaría que en este nuevo camino no sola­mente se vuelva a poner de moda, sino que haya una mano más dura para impulsar al paraguayo a ir a realizar el Servicio Militar Obligatorio.

O. Ocampos:

A mí me toca muy de cerca, crecí en un cuartel. Colaso fue mi camarada de remesa y comparto todo lo que dijo y quiero avanzar un poco al momento histórico que nos toca y más bien despertar el hecho de que la Ley 4.013, ya en el tema de la objeción de conciencia, ya tiene esta­blecida cuáles son las sus­titutivas a las personas que no quieran ir al cuartel, a la milicia.

Yo creo que el debate está ahí. Ampliar un poco el servicio social no solamente en la parte militar, sino que también hacia sectores, por ejemplo, de construcción en la Senavitat o el Senepa o el combate al dengue o briga­das con los bomberos. Hay muchísimas fuentes de tra­bajo en donde nuestro país, que tiene un potencial joven tremendo, debe reencausar esa juventud, esa energía hacia temas que tengan que ver con temas comunitarios, con lo que tiene que ver con el civismo, el patriotismo. Yo creo que por ahí va el debate.

El debate se realizó en estudios de la radio 970 AM.FOTO: ATILIO FERNÁNDEZ

A. Dos Santos: ¿Ustedes desde Serpaj no están de acuerdo solamente con la obligatoriedad del servicio o no están de acuerdo con el servicio en sí?

V. Acevedo:

Hay que decir que el servicio militar sigue siendo obliga­torio: el artículo 129 dice cla­ramente que todo joven de 18 años debe prepararse para la defensa armada de la patria. Entonces, nunca ha dejado de ser obligatorio. Solo que en la Constituyente del 92 entró en el artículo 37 la posibilidad de declararse objetor de con­ciencia y el párrafo 5o. del artículo 129 dice que quie­nes declaren su objeción de conciencia podrán hacer un servicio civil en beneficio de la población civil. Esto no se cumple en la práctica.

Pero esa Ley 4.013 tiene varios atropellos a la Constitución Nacional, por eso nosotros decimos que esa ley es invia­ble. Es un mamotreto jurí­dico porque tiene un Consejo Nacional de Conciencia que tiene que estar conformado por el defensor del Pueblo y tiene que presidir también un integrante de la Cámara de Diputados; un integrante de la Comisión de Derechos Humanos, uno de la Cámara de Senadores, uno del Minis­terio de Defensa y un objetor electo por sorteo.

¿Qué atribuciones tiene este consejo? Es, entre las tantas, ver si es viable o no la decla­ración de objeción de con­ciencia. Eso no puede estar supeditado a este consejo. La objeción de conciencia es un derecho humano y no puede estar sujeta a pesquisa por ningún consejo. Es como un tribunal de inquisición que puede decir: tu objeción es inviable porque yo no creo que vos seas objetor de con­ciencia. Ese consejo tiene atribuciones que no pue­den ser en estos momentos. También tiene otros artícu­los que rayan la inconstitu­cionalidad.

C. Liseras:

A mí me llama la atención por­que yo estoy siguiéndole a la gente de Serpaj. Realmente ellos toman como una ame­naza el servicio militar obli­gatorio y yo considero que ellos deben dedicarse exclu­sivamente a lo que es la obje­ción de conciencia, a decla­rarse objetores y no tratar de destruir otras instituciones que ni siquiera afectan lo que ellos están haciendo. La obje­ción de conciencia es una cosa y el servicio militar otra cosa. Con relación a las prácticas antidemocráticas, todos los países más democráticos del mundo tienen fuerzas arma­das. O sea, no se puede rela­cionar prácticas antidemo­cráticas porque existen unas fuerzas armadas.

¿Por qué se opta por un Ser­vicio Militar Obligatorio? Porque nosotros estamos en un país en donde nuestros recursos son muy limitados y no podemos tener unas fuer­zas armadas profesionales en donde todos los que quieran ingresar tienen que tener un sueldo. Y siendo una de las profesiones más riesgosas que existen en el mundo, el sueldo tiene que ser acorde a ese riesgo. Por eso es que en los países latinoamericanos se opta por un servicio mili­tar obligatorio porque es una forma de prestar un ser­vicio y preparar una reserva para la defensa armada de la patria dentro de los cuar­teles. Y como dije, es mucho más barato y puede abarcar a muchas más gente.

V. Acevedo:

El problema no es de los jóvenes, el problema es de la ley, que está mal hecha. Hoy día ya no se necesita hacer el Servicio Militar Obliga­torio porque ya no es más de este tiempo, es de época retrógrada.

C. Bo:

Yo me voy mucho más a lo práctico. Si se pudiera hacer un censo de los motochorros, ¿cuántos hicieron el servicio militar?. Yo te aseguro que ni el 2% ni el 3% porque si hubie­sen estado ahí hubiesen salido de otra manera. Evidente­mente que tenemos bandi­dos en la policía, en la milicia y el sector civil ni qué decir. Yo estoy convencido de que un joven puede dar mucho más de lo que puede dar en su casa.

V. Acevedo:

Tenemos un problema social grave, pero no se va a solu­cionar ninguno yéndose al cuartel. Ahí se tiene que tener políticas públicas orientadas a encaminar a esos jóvenes hacia otras cosas. Hay parla­mentarios que fueron al cuar­tel y son más ladrones…O sea, eso no es un parámetro. Y se es buen patriota desde el lugar donde uno esté.

C. Liseras:

Los del Serpaj parece que tienen una orejera, que es la destrucción de las Fuer­zas Armadas tradicionales y van sobre eso y una forma de destruirlas es eliminando el Servicio Militar Obligatorio. Tampoco quieren prestar el servicio social.

V. Acevedo:

Nosotros no estamos en con­tra de las Fuerzas Armadas, no estamos en contra del uniformado, es una profe­sión en donde se van los chi­cos a hacer su carrera mili­tar en la academia militar y hacen carrera como cual­quier otra. Nosotros no tene­mos la fuerza para eliminar las Fuerzas Armadas. Noso­tros solamente hacemos uso de un derecho que está esta­blecido en la Declaración de Derechos Humanos y otros acuerdos internacionales.

A. Dos Santos: ¿Qué cam­bios requeriría el servicio militar?

C. Liseras:

Las ciencias militares avan­zaron tanto que el valor está en la tecnología. Lo que antes hacían 10 hombres, hoy lo hace uno. Entonces, tendría­mos que pensar en hacer unas fuerzas armadas mixtas, como está ahora. Por otro lado, hay que decir que el cuartel no es un reformatorio. En el cuar­tel no tienen que ir los moto­chorros, los adictos a las dro­gas porque para eso existen las instituciones responsables de esas situaciones. Al cuartel tienen que ir los jóvenes que quieren a su país y aquellos que algún momento van a ser útiles para la defensa armada de este territorio y a parte van a apren­der una disciplina que es dife­rente, que es la militar.

O. Ocampos:

Desde un primer momento vengo sosteniendo la necesi­dad del servicio social obliga­torio, que se tiene que regla­mentar y adaptar al tiempo que estamos viviendo. La mayoría de la gente espera que los jóvenes de su patria le sirvan a su país.

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