Mario Abdo Benítez, ex secretario privado de Alfredo Stroessner, formó parte –35 años– del gobierno que instauró el verdadero terrorismo de Estado en Paraguay; su hijo cierra una campaña hecha en base a hipocresía.

Mario Abdo Benítez, ex secretario pri­vado del dictador Alfredo Stroessner y padre del actual precandidato a la Presidencia de la República por el Movimiento Colorado Añetete, avaló por 35 años el verdadero terrorismo de Estado en el Paraguay entre 1954 y 1989.

Sin embargo, "Marito", con total hipocre­sía, aprovechó toda esta cam­paña electoral para hablar de dictadura, de una ausencia de Estado y "fracaso absoluto" en la política de seguridad del Gobierno, olvidando que él se formó fuera del país como pocos del mundo gracias a la riqueza acumulada de manera quizá malhabida por su familia cuando en Para­guay se registraban muertes y desapariciones de miles de compatriotas.

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El "Catrinomio de Oro", del que formó parte el progeni­tor de "Marito", mantuvo un sospechoso silencio sobre los crueles abusos cometidos durante la era del gobierno de Alfredo Stroessner, con­virtiéndolo en cómplice y encubridor. Es más, se sabe que Paraguay formó parte en esa época de la Operación Cón­dor o Plan Cóndor, que es el nombre con que se conoce al plan de coordinación de acciones y mutuo apoyo entre los regímenes dictato­riales del Cono Sur de Amé­rica -Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia y a veces Perú, Colombia, Venezuela- con participa­ción inclusive de los Estados Unidos, llevada a cabo en las décadas de 1970 y 1980.

El temido Pastor Coronel, con arma a cuestas, mira atentamente el cuerpo sin vida de un trabajador del campo.

Según el diccionario enci­clopédico más grande del mundo, Wikipedia, esa coordinación implicó, ofi­cial y directamente, el segui­miento, vigilancia, detención, interro­gato­rios con tortura, traslados entre países y desaparición o muerte de personas, con­sideradas por dichos regí­menes como subversivas del orden instaurado o contra­rias al pensamiento político o ideológico opuesto, o no com­patible con el gobierno de los Estados Unidos, y por tanto con las dictaduras militares de la región.

En el compendio de histo­ria universal dice que "el Plan Cóndor se constituyó en una organización clan­destina internacional para la estrategia del terro­rismo de Estado que ins­trumentó el asesinato y desaparición de decenas de miles de opositores a las mencionadas dictadu­ras, la mayoría de ellos per­tenecientes a movimientos de la izquierda política".

La prueba más elocuente de que todo eso fue real es la existencia de los llamados "Archivos del Terror", halla­dos en nuestro país en 1992 (no hay registro similar en el mundo) y cuyos documen­tos dan cuenta de una cifra de 50.000 personas asesina­das, 30. 000 desaparecidas y 400.000 encarceladas.

El eterno secretario privado de Alfredo Stroessner, Mario Abdo (der.)

PROTEGIDO Y AISLADO, ASÍ CUALQUIERA…

El padre de Marito y la fami­lia de éste, al parecer, nada de eso "vieron" en más de tres décadas. Sin embargo, es bien sabido que en Para­guay la mayoría de los hijos de potentados de la dicta­dura stronista eran envia­dos al exterior con la excusa del estudio, pero que en rea­lidad estaban siendo prote­gidos y aislados de toda esa podredumbre política del que formó parte el papá de Marito.

Es decir, se forma­ron académicamente en las mejores instituciones edu­cativas del exterior (EEUU preferentemente y Europa algunos) mediante las rique­zas que amasaron sus padres en un ambiente de esquema de corrupción y descontrol. La mayoría volvió a Asunción luego de la caída del dictador, ocurrida en febrero 1989, con nuevos "aires" para afrontar una nueva etapa en el país pero con el estigma de llevar una pesada cruz sobre sus hombros.

Mario Abdo Benitez (h), quien nació el 10 de noviem­bre de 1971, inició su prima­ria y secundaria en el Cole­gio San Andrés de Asunción, pero llamativamente, su último año (1989), en que cayó la dictadura, figura que culminó en GED Test USA. Al menos, es la lectura que se puede hacer de su propia bio­grafía oficial, que en un buen manejo de palabras dice: "Mario Abdo Benitez, para­guayo nacido el 10 de Noviem­bre del año 1971, inició su formación académica, en el Colegio San Andrés, periodo (1976-1989) GED Test USA (1989) donde culminó su pri­maria y secundaria".

Asimismo, en su hoja de vida oficial dice: "Sus estudios universitarios los realizó en Teikyo Post University, Con­necticut, USA (1995), obte­niendo el título de Licenciado en Marketing".

Marito no registra antece­dente alguno de haber mili­tado o haber sido un líder estudiantil que haya levan­tado alguna voz de protesta o que se haya preocupado como joven por lo que estaba ocurriendo en el país mien­tras estudiaba en uno de los colegios más caros del país. Es llamativo, con más razón porque la educación que reci­bió fue totalmente diferen­ciada y de mejor calidad que la mayoría.

En 1980, un grupo guerrillero ingresó a Asunción y atentó contra la vida del ex dictador Anastasio Somoza.

DISCURSOS HIPÓCRITAS

Como político, recién ahora el hijo del ex secretario pri­vado de Stroessner se anima a hablar. "Lamentamos la ausencia del Estado. En este Gobierno, el crimen organi­zado se ha adueñado del Para­guay", declaró "Marito" el día del atentado ocurrido en Asunción, que cobró la vida del niño Gabriel Giménez (5 años) y posteriormente el suicidio de su padre, William Giménez Bernal (28 años). Sin embargo, en una reac­ción sin precedentes que se recuerde, en menos de tres días, la Policía detuvo a los sicarios y puestos a disposi­ción de la Justicia.

"Marito" olvidó repenti­namente que el "Cuatrino­mio de Oro" estaba inte­grado por su papá, el temible ministro del Interior, Sabino Augusto Montanaro; el enton­ces ministro de Salud, Adán Godoy Giménez, y su colega de Justicia, Eugenio Jacquet. Ellos avalaron la comisión de los peores crímenes que tenían como víctimas a quie­nes osaban criticar el régimen stronista. En esa época era común la represión a mani­festantes, el apresamiento callejero de civiles por parte de la Policía Militar (PM) y la desaparición de personas.

BAJO SIETE LLAVES

El presidenciable de Colorado Añetete, oculta bajo siete lla­ves estos antecedentes de su padre y hoy se presenta como el paladín de la democracia, criticando a boca llena con­tra sus antagonistas políticos con el rótulo de "dictadores".

En un improvisado discurso, en el marco de su campaña proselitista, el candidato colorado disidente quiere instalar entre sus seguido­res la idea de que "Paraguay está en peligro", con una Poli­cía Nacional supuestamente al servicio de los gerentes del Grupo Cartes.

"Ellos (el cartismo) inten­taron violar la Constitución para dar continuidad a un modelo. Hoy la Policía está al servicio de un grupo empre­sarial (…) Ellos están destru­yendo la moral de la fuerza pública", sostuvo Abdo Bení­tez, en una reunión con adhe­rentes en la ciudad de Villa Florida, departamento de Misiones.

Muchas familias vieron por última vez a sus seres queridos en la “Caperucita” de la Policía stronista.

EL ROL DE LA CAPERUCITA

Por su parte, un aterrador vehículo que robó el sueño de miles de paraguayos, en la época de la dictadura, era la Caperucita, el móvil de color rojo que era utilizado para trasladar a los pre­sos hasta el sitio de su tor­tura.

Las famosas camio­netas Chevrolet Custom 10, donadas al Paraguay por el Gobierno norteamericano, eran sin duda alguna, sinó­nimo de terror, según des­cribían víctimas de la dic­tadura, en publicaciones de los medios de prensa nacio­nales. Hubo casos de fami­lias que quedaron con el recuerdo de haber visto por última vez a sus seres que­ridos abordando la "espan­tosa camioneta", pues luego se sumarían a una larga lista de desaparecidos.

De esto se olvida el hijo del ex secretario privado del dic­tador Stroessner, pero para miles de familias todavía es imposible sacar de su memo­ria aquella época que sembró el pánico en la población. Tal vez "Marito" tenga la memo­ria frágil por haber estado mucho tiempo en el extran­jero y no recuerde el pasado de su familia, pero muchas víctimas de aquel régimen aun sufren las consecuen­cias. La familia Abdo Bení­tez construyó un ostentoso futuro de manera paralela al dolor y sufrimiento de miles de paraguayos, una carga pesada si se considera que muchísimas víctimas toda­vía aguardan justicia.

ATENTADO EN LA ERA STROESSNER

El presidenciable líder de Añetete también se olvida que vueve años antes del golpe de Estado que derro­caría al tirano Alfredo Stroessner, el 17 de setiem­bre de 1980, se producía un atentado en Paraguay, en que moría el ex dicta­dor nicaragüense Anas­tasio Somoza Debayle, alias "Tachito", en un ata­que con bazuca a su auto Mercedes sobre la avenida España (entre Venezuela y América).

"Su vehículo quedó semidestruido por la acción de siete guerri­lleros argentinos (cua­tro hombres y tres muje­res) pertenecientes al hoy extinguido grupo izquier­dista Ejército Revolucio­nario del Pueblo (ERP) bajo el mando del famoso Enrique Gorriarán Merlo, que burló a la temida segu­ridad de la policía política del régimen stronista", recuerda una crónica del diario Abc Color del 18 de setiembre de 2005.

El auto Mercedes Benz de Somoza, fue literalmente volado de un bazucazo, y la noticia del asesinato del ex jerarca de Nicaragua reco­rrió el mundo.

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