El presidente de la República, Horacio Cartes, junto con el Arzobispo de Asunción, Monseñor Edmundo Valenzuela, instalaron ayer en los Jardines Vaticanos el Mosaico de la Virgen de Caacupé y plantaron los dos árboles de lapacho -uno de la variedad de flores amarillas y el otro de las blancas-, lo que representará una representación permanente del pueblo paraguayo en la Santa Sede.
El mandatario expresó en nombre del pueblo, la inmensa gratitud al Estado de la Ciudad del Vaticano por el privilegio de poder instalar la imagen de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé a más de destacar la delicada obra hecha por el maestro Albano Poli y proyecto Arte Poli "por la magnífica labor artística" en la construcción del mosaico que, a juzgar por las imágenes, está hecha con finos detalles en piedras.
"La Virgen de Caacupé o Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, constituye la advocación mariana más querida y venerada por todos los paraguayos. (..) Pero sobre todo, en este momento histórico y significativo, quisiera también renovar mi gratitud a Su Santidad, el Papa Francisco por su gran amor a la Virgen de Caacupé y a nuestro querido Paraguay", expresó en su discurso el jefe de Estado.
Cartes resaltó además la leyenda que reza que la Virgen de Caacupé salvó al indio que posteriormente la talló en madera y hasta la actualidad sigue cuidando de la población. La ceremonia se desarrolló con la presencia de la comitiva oficial del presidente de la República y las autoridades eclesiásticas de Paraguay que se encuentran presentes en Roma, en el marco de la visita ad limina de los obispos del Paraguay.