“¡Paraguay! Solo agradecer”, publi­caron los jinetes uruguayos al ingresar ayer jueves, poco antes del medio­día, a territorio paraguayo tras cruzar desde Clorinda (Argentina). Este grupo de unos 14 integrantes publicó imágenes del recibimiento en la aduana paraguaya en su perfil de Facebook, “Mar­cha Paraguay”, con motivo del centenario de la escuela Artigas, en homenaje al pró­cer José Gervasio Artigas.

Estos jinetes llegaron a nues­tro país tras casi seis semanas de viaje, recorriendo alrede­dor de 1.000 kilómetros a tra­vés del nordeste argentino. Partieron el 15 de marzo desde la plaza Independencia de Montevideo, sitio donde se conservan los restos de Arti­gas en un mausoleo. Hoy está previsto un recibimiento ofi­cial en la escuela Artigas, ins­titución que el domingo 28 de abril cumplirá 100 años y celebrará un acto oficial.

OTRO GRUPO ENTRÓ POR ITAPÚA

Otro grupo de 10 jinetes uru­guayos emprendió esta tra­vesía desde Salto, saliendo el 25 de marzo, e ingresa­ron a Paraguay el domingo 14 de abril, siendo agasaja­dos por diversas localidades de los departamentos de Ita­púa, Misiones y Paraguarí. El miércoles llegaron a Carape­guá, faltando un trayecto de unos 80 kilómetros para lle­gar a Asunción.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

“En la tarde de ayer, con mucho entusiasmo recibi­mos a los hermanos jinetes uruguayos, que están com­pletando 1.000 km. de trave­sía, a fin de conmemorar los 100 años de la escuela Solar de Artigas. Sean bienvenidos y siéntanse como en casa en su estadía en nuestra ciudad, buena marcha”, publicó la Municipalidad de Carapeguá en Facebook con imágenes del recibimiento a los artiguistas.

Los dos grupos siguieron el camino a caballo que el liber­tador de Uruguay realizó en 1820 hacia su exilio en Para­guay, donde vivió las tres últi­mas décadas de su vida, y la última de ellas en la quinta donde falleció en 1850. Setenta años después, en su honor se creó la escuela Arti­gas en el mismo predio junto al acceso principal del Jar­dín Botánico y Zoológico de Asunción. Sus restos se repa­triaron en 1855.

Déjanos tus comentarios en Voiz