Cada 20 de noviembre se conmemora en todo el mundo el Día Mundial de los Niños y el 17º aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada en 1989.

El objetivo de este día es recordar a la ciudadanía que los niños son el colectivo más vulnerable y por tanto, que más sufre las crisis y los problemas del mundo. Este día mundial recuerda que todos los niños tienen derecho a la salud, la educación y la protección, independientemente del lugar del mundo en el que haya nacido.

Es importante resaltar que dedicar un día internacional a la infancia también sirve para hacer un llamamiento mundial sobre las necesidades de los más pequeños y para reconocer la labor de las personas que cada día trabajan para que los niños y niñas tengan un futuro mejor.

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Convención sobre los Derechos del Niño

Este año se cumplen 17 años de su existencia y ratificada por 192 países. Desde su aprobación la infancia es considerada, no como objeto de protección, sino como sujeto de pleno derecho. Sin embargo, la Convención sobre los Derechos del Niño sigue siendo un documento insuficientemente conocido y los derechos que recoge aún distan mucho de convertirse en realidad en numerosos rincones del planta. Días como el 20 de noviembre sirven para recordar que los derechos de la infancia están ratificados pero no garantizados.

Por desgracia, se siguen violando todos los días los derechos de millones de niños y niñas en todos los países del mundo. Son muchos los retos que quedan hoy en día y que se reflejan en las siguientes cifras que brinda Unicef:

1 de cada 4 niños y niñas vive en condiciones de extrema pobreza, en familias con ingresos menores a 1 euro diario.

1 de cada 12 niños y niñas muere antes de cumplir los 5 años.

Más de 120 millones de niñas y niños en edad escolar no asisten a la escuela, en su mayoría niñas.

Cada minuto, un/a niño/a muere por una enfermedad vinculada al SIDA. Actualmente hay 15 millones de niños y niñas que han perdido a sus progenitores a causa del SIDA.

300.000 niños y niñas están sirviendo a gobiernos o fuerzas rebeldes como soldados.

Más de 1,8 millones de niños y, sobre todo, niñas están sometidos a la explotación sexual.

Todos los niños tienen derecho a la salud, la educación y la protección, independientemente del lugar del mundo en el que haya nacido.

¿Qué es la Convención sobre los Derechos del Niño?

Es un tratado internacional que reconoce los derechos humanos de los niños y las niñas, definidos como personas menores de 18 años. La Convención establece en forma de ley internacional que los Estados Partes deben asegurar que todos los niños y niñas —sin ningún tipo de discriminación— se beneficien de una serie de medidas especiales de protección y asistencia; tengan acceso a servicios como la educación y la atención de la salud; puedan desarrollar plenamente sus personalidades, habilidades y talentos; crezcan en un ambiente de felicidad, amor y comprensión; y reciban información sobre la manera en que pueden alcanzar sus derechos y participar en el proceso de una forma accesible y activa.

Todos los derechos de los niños están recogidos en un tratado internacional que obliga a los gobiernos a cumplirlos: la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). Es el tratado más ratificado de la historia y los 195 Estados que la han ratificado tienen que rendir cuentas sobre su cumplimiento al Comité de los Derechos del Niño.

Los 54 artículos que componen la Convención recogen los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de todos los niños. Su aplicación es obligación de los gobiernos, pero también define las obligaciones y responsabilidades de otros agentes como los padres, profesores, profesionales de la salud, investigadores y los propios niños y niñas.

¿Cómo nació?

En 1959, Naciones Unidas aprobó una Declaración de los Derechos del Niño que incluía 10 principios pero no era suficiente para proteger los derechos de la infancia porque, legalmente, esta Declaración no tenía carácter obligatorio. Por eso en 1978, el Gobierno de Polonia presentó a las Naciones Unidas la versión provisional de una Convención sobre los Derechos del Niño.

Luego de 10 años de negociaciones con gobiernos de todo el mundo, líderes religiosos, ONG y otras instituciones, se logró aprobar el texto final de la Convención sobre los Derechos del Niño el 20 de noviembre de 1989, cuyo cumplimiento sería obligatorio para todos los países que la ratificasen.

La Convención sobre los Derechos del Niño se convirtió en ley en 1990, después de ser firmada y aceptada por 20 países. Hoy, la Convención ya ha sido aceptada por todos los países del mundo excepto Estados Unidos.

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