París, Francia | AFP.
El centrista proeuropeo Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen disputarán la segunda vuelta de las presidenciales en Francia, en las que el primero parte como gran favorito tras el castigo infligido este domingo en las urnas a los partidos tradicionales. El resultado de la primera ronda es implacable. Por primera vez, en casi 60 años, la derecha estará ausente de la segunda vuelta y no habrá representantes de los dos grandes partidos que dominan la política desde hace medio siglo: los socialistas del presidente saliente François Hollande y los conservadores liderados por François Fillon.
Según las proyecciones de tres institutos de sondeos, la diferencia entre Macron y Le Pen es estrecha, con entre 23,3-24% para el primero y el 21,6-21,8% para la segunda. Les siguen Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon. A sus 39 años, al frente de un nuevo partido, ¡En Marcha!, Macron, que no se considera de derecha ni de izquierda, ha ganado una arriesgada apuesta, y eso sin haberse sometido nunca antes al veredicto de las urnas. "En vuestro nombre, encarnaré (…) la voz de la esperanza para nuestro país y para Europa", declaró Macron, quien se presentó como el "presidente de los patriotas frente a la amenaza de los nacionalistas".
"Los franceses han expresado su deseo de renovación", zanjó el ex banquero, al que dos sondeos realizados este domingo por la noche lo dan como ganador en la segunda vuelta del 7 de mayo por abrumadora mayoría. Uno le otorga 62% de los votos, contra 38% para Le Pen, y otro el 64% contra el 36%.
Hollande, del que fue ministro de Economía, lo llamó para darle la enhorabuena. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, lo felicitó con un tuit en el que le deseó "ánimo para lo que sigue".
Marine Le Pen, de 48 años, estaba exultante de alegría ante un "resultado histórico" y "una primera etapa superada" para el partido Frente Nacional (FN), con el que repitió la hazaña de su padre 15 años después.
Cataclismo para el partido socialista
El Partido Socialista francés (PS), que termina 5 años en el poder con un criticado balance, resultó eliminado en la primera vuelta de las elecciones presidenciales por primera vez desde el 2002, un "cataclismo" que acentúa su declive, según los expertos. Al vencedor de las primarias socialistas Benoît Hamon, las estimaciones le daban algo más del 6% de los votos, un resultado que él mismo tildó de "sanción histórica".
"La izquierda no está muerta", declaró, antes de pedir el voto para el centrista Emmanuel Macron –ex ministro de economía del gobierno socialista que quedó en cabeza en la primera vuelta– para frenar el avance de la extrema derecha.Con el candidato conservador François Fillon también eliminado, el 7 de mayo será la primera vez que ninguno de los dos grandes partidos esté presente en la segunda vuelta.