Gran conmoción produjo ayer el hallazgo del cuerpo desmembrado de un hombre, que se encontraba dentro de una bolsa de polietileno de color negro. El hecho ocurrió en el barrio Da Granja de la vecina ciudad brasileña de Ponta Porá, Brasil, a escasos 100 metros de Pedro Juan Caballero, capital de Amambay.
Se trata de Américo Ramírez Chávez, de 37 años de edad, quien de acuerdo a los datos, en horas de la madrugada fue raptado por hombres encapuchados y armados con fusiles de guerra que se movilizaban en dos camionetas.
Según se informó, los matones a sueldo irrumpieron en su vivienda, ubicada en la fracción Universidad Católica de la terraza del país, y a punta de arma de fuego se llevaron al dueño de casa.
Horas después, Ramírez Chávez fue encontrado muerto. Su cuerpo fue totalmente mutilado por los sicarios, quienes, tras desmembrarlo, colocaron sus restos en una bolsa de polietileno y los arrojaron en una calle.
"Los brazos, piernas y la cabeza estaban separados del resto del dorso", manifestó un agente policial que intervino en el hallazgo del cadáver.
Fuentes del submundo delictivo sostuvieron que el hombre fue brutalmente torturado antes de ser mutilado en vida por sus verdugos.
VENGANZA
De acuerdo a la Policía brasileña, Américo Ramírez Chávez habría participado en el asesinato de Ronny Chimenes Pavão el pasado 14 del corriente en el otro lado de la línea internacional.
Esa es la presunción que manejan los uniformados tras realizar las primeras pesquisas en torno al caso, según se informó.
"Tampoco descartamos que haya tenido conocimiento de los entretelones de su muerte y por eso lo ejecutaron de esa manera violenta", explicaron los uniformados a la prensa.
Ronny era hermano del presunto narcotraficante Jarvis Chimenes Pavão, actualmente recluido en la Agrupación Especializada de la Policía Nacional.
Negocios vinculados con el narcotráfico también es otra hipótesis que manejan los investigadores con relación a la violenta muerte de Ramírez Chávez.