Madrid, España | AFP.
Por Diego URDANETA con Alfons LUNA en Barcelona
Forcadell declaró el jueves ante el Tribunal Supremo español, junto a otros cinco diputados, investigados por rebelión, sedición y malversación como integrantes del órgano rector del Parlamento catalán que permitió la votación de una declaración de independencia el 27 de octubre.
La presidenta del Parlamento de Cataluña salió este viernes en libertad tras pagar una fianza y comprometerse a respetar la Constitución ante el juez que la investiga por rebelión por el pulso independentista, que ya llevó a prisión a otros líderes catalanes.
“Volvemos a casa. Con la conciencia tranquila de haber actuado correctamente”, se congratuló Carme Forcadell en Twitter luego de abandonar la cárcel de mujeres de Alcalá Meco, donde pasó una noche, previa consignación de una fianza de 150.000 euros.
En su auto, el magistrado argumentó que no había riesgo de reiteración pues los querellados manifestaron que renunciaban a la vida política o, de seguir en ella, “lo harán renunciando a cualquier actuación fuera del marco constitucional”.
“Estamos viendo (...) en las declaraciones de dirigentes secesionistas como la vuelta al orden constitucional comienza a ser una realidad”, celebró en rueda de prensa el portavoz del gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo.
Las medidas contrastan con la prisión preventiva decretada por la Audiencia Nacional en las semanas anteriores contra ocho miembros del gobierno catalán destituido y dos dirigentes de asociaciones independentistas.
Mientras tanto, el presidente destituido Carles Puigdemont y otros cuatro antiguos ministros esperan en Bélgica la resolución de la justicia de ese país sobre su entrega a España.
Una independencia simbólica
En su declaración, Forcadell, una comprometida activista independentista, sostuvo que su cargo no le daba “libertad para impedir votaciones”, como cuando la mayoría secesionista del parlamento proclamó la república catalana.
Su defensa alegó además que la declaración de independencia no tuvo “efectos jurídicos”, según fuentes presentes en el interrogatorio.
Algo que podría irritar a una parte de los fervientes independentistas.
“No han traicionado absolutamente nada”, matizó este viernes el diputado que quedó libre sin medidas cautelares, Joan Josep Nuet. “Hicieron un esfuerzo de sentido común, de decir cosas que son evidentes y que la gente no las dice porque no queda bien”, aseveró a la radio Rac1.
La proclamación de independencia, hecha en base a un referéndum realizado el 1 de octubre pese a la prohibición de la justicia, quedó en nada.
Pocas horas después, el gobierno español destituyó al ejecutivo de Puigdemont, disolvió el Parlamento y convocó elecciones para el 21 de diciembre en esta región de 7,5 millones de habitantes, profundamente dividida sobre la independencia.
Nueva manifestación
Los secesionistas buscan mantener las movilizaciones de calle de cara a los comicios, donde esperan retomar el poder de la región.
Así, han convocado una nueva protesta el sábado en Barcelona a partir de las 17H00 locales (16H00 GMT), que tendrá al frente a familiares de los líderes encarcelados.
Los organizadores esperan que sea tan multitudinaria como las observadas en estos últimos años los días 11 de septiembre, fiesta nacional de Cataluña.
De su lado, el gobierno español ha multiplicado los llamados a una amplia movilización de los no independentistas en estos comicios, cuyo resultado se prevé muy ajustado.
“Sería importante que hubiera una participación masiva”, afirmó el jefe de gobierno Mariano Rajoy el jueves, en un evento junto al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, opuesto al independentismo.
Por otro lado, el gobierno español también mostró preocupación por “muchos mensajes” en redes sociales ligados a la crisis catalana provenientes de territorio ruso, un tema que planteará el lunes ante la Unión Europea.
“Europa tiene que tomarse este tema muy en serio”, indicó Méndez de Vigo, un día después de que el jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa, el general estadounidense Curtis Scaparrotti, llamara a Rusia a que “cese de interferir” en las elecciones de Europa, incluido en Cataluña.
En los comicios catalanes de diciembre, los principales partidos independentistas catalanes competirán por separado a diferencia de 2015 cuando fueron en coalición.
Desde Bruselas, Puigdemont ha reclamado sin éxito un frente unitario.
“Creo que daríamos una buena noticia si, [...] con una parte del gobierno que está en la cárcel, una parte del gobierno que está fuera, con mucha gente pidiéndonos que sigamos trabajando desde este frente de unidad, [...] eso se concreta”, señaló Puigdemont en un video colgado en Twitter.