La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, integrada por los ministros Luis María Benítez Riera, Alicia Pucheta de Correa y Sindulfo Blanco, deberán expedirse sobre si el Tribunal de Apelación primera o segunda sala, tiene competencia para resolver los planteamientos formulados por los acusados por estafa y otros, Rafael Valdez, presidente del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP), y Mario Luis Gini, tesorero de la entidad, en el marco de la investigación por una estafa de G. 967 millones.
El Tribunal de Apelación, segunda sala, integrado por Delio Vera, Bibiana Benítez y José Fernández, impugnó la inhibición de los camaristas de la primera sala, conformada por Pedro Mayor Martínez, Gustavo Santander y Gustavo Ocampos. El expediente judicial se encuentra en manos de los altos magistrados desde el 24 de octubre, pero hasta la fecha no se tiene resolución alguna según el sistema del Poder Judicial. Una vez que la Corte resuelva la competencia de los camaristas, éstos deberán estudiar los incidentes presentados en el expediente.
Debido a los incidentes pendientes de resolución, aún no pudo desarrollarse la audiencia preliminar para ambos acusados en el presente caso. Actualmente, el juez Miguel Tadeo Fernández interina a su colega Rubén Ayala Brun.
ACUSACIÓN
El fiscal Ángel Ramírez había formulado la acusación contra Valdez y Gini por estafa, tras encontrar elementos que comprometen a ambos procesados en el hecho investigado. Asimismo, el representante del Ministerio Público solicitó el sobreseimiento definitivo de 9 miembros del directorio del CBVP.
BOMBEROS EN LLAMAS
El 19 de setiembre del 2016, La Nación publicó la primera de una serie de notas sobre "Bomberos en llamas", en las que se demuestra que el directorio del CBVP compró equipos de rescate "fantasmas" por valor de G. 967 millones de la firma "Circumpunto SRL", que pertenece a Daniel Rivas Aquino, miembro del directorio.
A partir de ahí, decenas de bomberos voluntarios se comunicaron con LN para aportar mayores datos, muchos de los cuales sufrieron, posteriormente, persecuciones por parte del directorio, incluso, algunos fueron sancionados y dados de baja por el tribunal de Justicia del CBVP, un órgano totalmente dependiente del actual directorio.