• Por Martín Villagra
• Periodista
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En términos tenísticos, Cerro Porteño tiene doble "match point". Goleó con mucho fútbol, practicismo y contundencia al pálido Sportivo Luqueño. El azulgrana también dejó fuera de toda posibilidad a Guaraní, su siguiente adversario, que venía detrás. Le falta un puntito para ser campeón; además, el Azulgrana sigue imbatible en la Olla y con el empuje de su multitudinaria hinchada, ayer hizo la fiesta, que lo coloca a un paso de conquistar la estrella número 32 en el fútbol paraguayo. Barrió con un Luqueño que fue tibio y solo ensayó una escueta reacción en el segundo tiempo.

Con Juan Aguilar rematando al travesaño, Jorge Rojas y Óscar Ruiz haciendo diabluras. Controlando y haciendo circular la pelota desde el medio para adelante. Así fueron los últimos minutos. Con el "olé, olé" y el grito infernal que bajaba de las gradas.

La línea de cinco que plantó la visita se vino abajo con el rápido gol de Alfio Oviedo. Explotó la Olla con un golazo del delantero tras una guapeada de Óscar Ruiz, cuando Josué Colmán gestó la jugada. La lesión del defensor Juan Escobar y la salida de Joel Roa, para permitir el ingreso de Gerardo Arévalos, no tuvieron mucho efecto. El Ciclón alargó la cuenta en un momento clave gracias al cabezazo de Óscar Ruiz tras córner de Santiago Arzamendia.

Luqueño no exigió mucho y sus intentos fueron tímidos. Con la fiesta del Ciclón se cerró el primer lapso y solo la lesión del goleador Diego Churín fue el punto negativo para los locales.

En el complemento, el gol de Julio dos Santos, tras una guapeada de Derlis Alegre, puso algo de suspenso. La alegría le duró solo un par de minutos a los auriazules. Sergio Vergara cometió penal al veloz Jorge Rojas, quien lo cambió por el tercero para los azulgranas. Óscar Ruiz llegó al cuarto al rematar un terrible contragolpe. No había para más. La fiesta fue completa para Cerro Porteño.