Miles de mujeres salieron ayer a las calles de Asunción para sumar sus voces al día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer. Una marcha que sirvió para reclamar la reivindicación de sus derechos y hacer escuchar un solo grito: Basta de violencia!

Cerca de las 16:00, la plaza de las mujeres – anteriormente conocida como Italia- empezó a congregar a mucha gente. Las mujeres, ataviadas con banderas, remeras, consignas, empezaron a llenar cada rincón de esta plaza que, a estas alturas, ya es una compañera más de lucha. La amenaza de lluvia que se tuvo, quedó en eso. Amenaza. Apenas cayeron algunas gotas que no amilanaron el entusiasmo de las mujeres que ya habían copado la Plaza, una hora y media después de la hora pactada.

“Aquí las chicas luchan” se pudo leer en alguno de los carteles. Y también esa frase se usó para los estribillos. La marcha empezó cerca de las 18.00, con una importante cantidad de mujeres que, de forma ordenada, empezaron a caminar, cantar, gritar. Querían que se las escuche. La jornada de ayer tuvo una organización prácticamente impecable y estuvo encabezada por la Articulación de mujeres #25NPy, un colectivo de organizaciones civiles que movilizó a miles de personas.

En la marcha también hubo hombres y niños. La idea del feminismo, de hecho, no es luchar contra los hombres sino contra la cultura del machismo. Un grupo de jóvenes ofreció una especie de teatro callejero que acompañaba la manifestación. En los ventanales de algunos edificios, otras jóvenes hicieron representaciones artísticas con mensajes sobre lo que sufren las mujeres. Todo estaba bien montado. La gente en las calles miraba mientras el grueso de las manifestantes pasaba. Algunos automovilistas acompañaban con bocinazos, como alentando la medida. La caminata se cerró en el punto de concentración principal que fue la plaza de la Democracia. La tarde murió mientras empezaban los primeros discursos.

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Hasta el viernes último sumaban 39 mujeres asesinadas en Paraguay en el 2017. Justo ayer, justo el día de la marcha, una mujer fue asesinada a tiros frente a sus familiares. Ocurrió en Guarambaré, en la mañana. La cifra del horror ya llega a las 40 muertes. Desde 2014, suman 126 las víctimas.¿Cómo no marchar así? Comentaban las que participaron ayer. La violencia contra las mujeres en Paraguay no solamente se determina mediante los casos extremos como la muerte. Apenas unas semanas atrás, una joven de 28 años pudo ser rescatada por su padre que la salvó de una muerte segura. La mujer estaba siendo torturada por su pareja, un hombre de 29 años que ya fue imputado por la fiscalía por intento de feminicidio.

Según datos del Ministerio Público, solamente este año se atendieron 13,491 denuncias por violencia familiar. Esta cifra significa un aumento considerable teniendo en cuenta que en el 2013 se denunciaron 6,506 casos. En amplia mayoría, las que sufren violencia son mujeres. En el Ministerio de Salud también manejan sus propios números; este año atendieron a 695 mujeres que sufrieron maltratos físicos. Y otro dato, quizás el más preocupante, tiene que ver con las niñas. De todas las mujeres violentadas este año, el 31% de las denuncias afectan a menores de 12 años.

Esa violencia contra las menores de edad deriva en violaciones y en embarazos no deseados. En ese sentido, desde el 2011 hasta el 2015, un total de 3.357 niñas menores de 14 años dieron a luz en Paraguay. Es decir, un promedio de 671 casos por año, según datos oficiales del Ministerio de Salud. Como nuestras leyes no consideran una relación consentida cuando se trata de menores de 14 años, entonces son 3,357 niñas en cuatro años que sufrieron abusos sexuales y que luego parieron.

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“No vamos a retroceder ni un paso atrás para luchar por nuestros derechos” dijo Mónica Bareiro, representante del Sindicato de Periodistas del Paraguay en la tarima de la Plaza de la Democracia, cuando la concentración se centró en este lugar. En el escenario hicieron parte representantes de diferentes sectores sociales que participaron de la marcha. Una mujer de las comunidades indígenas, una niña -Aramí- en representación de la niñez, estaban dos trans -Yren Rotela habló sobre la situación de las trans, la lucha que llevan adelante, los estigmas y la violencia que sufren-, representantes de las mujeres campesinas, estudiantes de colegio y de Universidades. También mujeres líderes de varios sindicatos y aquellas con discapacidad.

Cada mujer que hizo uso del micrófono habló sobre la violencia que se tiene en cada sector, en cada ámbito que le toca estar a una mujer en Paraguay. Se habló de lo poco que se avanzó en conseguir protección estatal y ciudadana pero sobre todo, lo mucho que todavía falta para eliminar el machismo de la propia cultura paraguaya.

“Roikoseve ha roikoveta” decía el cartel principal con el que se empezó la marcha. Cerca de las 20.00, el cartel subió al escenario. A esa hora, en Guarambaré, una familia estaba velando a otra mujer víctima de feminicidio.

¿Cómo no marchar?