Hace unos días contábamos la historia de José Ríos y la vida después de terminar la Intermedia, una cruel categoría del fútbol paraguayo, que ocupa seis meses a los jugadores y luego los deja inactivos sin pago alguno. Esta vez cuenta su vivencia José Barreto, uno de los históricos de la Segunda División, que ha sufrido la desidia en tiempos de lesión.

Con 33 años, Barreto es uno de los más experimentados y exitosos de la Intermedia. Ascendió a Primera con Silvio Pettirossi en el 2007, con Capiatá en el 2012 y con Sportivo San Lorenzo en el 2014. A pesar de que tiene una vasta trayectoria y es un mimado de su ciudad, el mediocampista no pasó muy bien en Caacupé FC, que prácticamente lo abandonó tras una lesión grave.

Me lesioné los ligamentos cruzados el año pasado en Caacupé. En mayo por ahí. Primeramente no se querían hacer cargo de nada, porque no hay contrato ni nada", dijo el atleta a La Nación.

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"Después me rebusqué y presioné mucho. De tanto insistir, el presidente me consiguió en el Hospital Nacional de Itauguá para operarme. El club casi no gastó nada”, comenzó relatando José, quien al no tener contrato con su club no podía exigir mucho.

Por ello debió recurrir a otro lugar para hacer el proceso de recuperación, que es muy costoso y largo. "La recuperación vi por mi parte. Hablé con Rogelio Delgado, de la FAP (Futbolistas Asociados del Paraguay) y ellos me consiguieron todo, rehabilitación y fisioterapia. Me salió casi libre, aunque obviamente gastaba pasaje de Caacupé a Asunción. El club (Caacupé FC) me dio un poquito para salvar algunas cosas, una era de miseria ", contó bastante dolido.

Se las ingenió

Como Caacupé ya no hacía le caso por estar lesionado, Barreto tuvo que ingeniarse para tener algo de ingreso y sostener a su familia. "Yo soy DT recibido y abrí una pequeña escuela de fútbol cerca de mi casa y con eso puedo salvar mientras no pueda jugar. Por suerte mi señora también trabaja, eso es mucho y 'jaha hese' (ahí vamos)".

Tras completar el proceso de recuperación interminable, que le costó prácticamente todo el 2016, José apareció en un nuevo año en Caacupé FC, pero nuevamente la estadía fue para el olvido.

Ahora, Barreto juega la liga local en Caacupé, esperando de nuevo jugar en Intermedia.

"Ya estaba recuperado, pero los directivos ya no me querían, excepto el presidente. Escuchaba por ahí decir 'qué le vamos a pagar si no está bien todavía'. No me pagaban completo, pero me daban siempre algo. El equipo iba mal, yo no estaba en mi nivel pleno y en mitad de la primera rueda, en mi 'borrado' ", comentó.

Tras quedar “colgado”, el mediocampista encontró un equipo de su ciudad para disputar el Nacional B y al terminar el torneo, tuvo que rebuscarse para jugar en un club de la liga de Caacupé. “Ahora estoy en la liga local de Caacupé, qué le vamos a hacer, sino, voy a estar sin hacer nada. Por suerte mi señora trabaja también y con lo que saco acá, ‘osalva porã’ (salva bien). Tengo la suerte de poder jugar todavía, el día que ya no pueda, tendré que buscar para hacer cualquier cosa”, aseguró.

Al igual que José Ríos, “abandonado” tras la Intermedia, José Barreto pide a la Asociación Paraguaya de Fútbol para que se le dé la importancia real a la categoría y por sobre todo cuidar a los atletas. “Lastimosamente no hay contrato y no podés obligarle a nadie que te pague. Imaginate, solamente si quieren, te pagan. Yo ya jugué afuera y solo en Paraguay no se le da importancia a la segunda categoría. Lo único que pido es que tengamos un contrato básico, pero digno y que nos den un seguro médico, son necesidades básicas. En Intermedia todo es difícil. La forma de jugar, la situación. Si no ascendés, es imposible aguantar y vivir solo del fútbol”, fue la reflexión final del mediocampista, que volverá a probar suerte a pesar de todo en el 2018.


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