Uno puede ponerle fecha al retiro y planear el partido despedida, pero a veces el destino tiene otros planes. Como se lo demostró a Hernán Rodrigo López, el máximo goleador del fútbol paraguayo.
El delantero uruguayo había anunciado que esta sería su última temporada en el fútbol profesional del Paraguay. Cuando lo dijo, al torneo Clausura le quedaban tres fechas para su final.
Su equipo, Guaraní, todavía peleaba por el título, y él estaba decidido a cerrar de la mejor manera su paso por el fútbol en el que, vistiendo la casaca de cinco clubes, se convirtió en el máximo goleador con 127 anotaciones.
Pero este sábado, en el duelo en que un conjunto aurinegro ya sin chances acalló el grito de campeón a Cerro Porteño, el popular Rorro vio la tarjeta roja. Fue expulsado por supuestos insultos con el colega azulgrana Raúl Cáceres, quien también fue expulsado, y allí puso fin anticipado a su paso por el fútbol paraguayo.
Pero no fue así. Fue roja directa para ambos, y hoy a López solo le queda hablar de su paso por los clubes paraguayos con cuyas casacas se destacó. En algunos casos más que en otros.
"Agradezco a todos los clubes que me dieron la oportunidad de ser profesional aquí. Me llevo muy lindos recuerdos, me llevo sensaciones y cosas muy bonitas de este fútbol", comenzó diciendo.
Luego, antes de hablar de cada uno de los clubes, admitió no estar seguro de cómo será el 2018 para él: "Aún no se si el año entrante seguiré jugando, sí estaré por Uruguay". Lo que sí dejó en claro fue que "ayer fue mi ultimo partido en Paraguay".
Olimpia, el primero
"Allí comenzó todo (2002). Allí arrancó este gran paso por el país. Hoy justamente recordamos aquel partido ante el Real Madrid, que lastimosamente perdimos. Tuve grandes momentos en el Olimpia", manifestó en relación al club que lo trajo al fútbol paraguayo, siendo casi un desconocido.
"En su momento pude volver, tenía las ganas pero no se dio y ya tuve contrato con otra institución. Pero siempre que se habló de retornar al Olimpia, la predisposición mía estaba. Era cuestión de que Olimpia se decidiera nada más", admitió.
Guma x 2
Tras dejar Olimpia y pasar por el fútbol mexicano, el Rorro volvió para vestir la casaca de Libertad, una situación que no agradó para nada a los aficionados olimpistas y que iría en aumento, porque allí el uruguayo sacaría a relucir su calidad goleadora.
"De Libertad me llevo gratos recuerdos, campeonatos (tres en total) y el gol a Cerro en una final absoluta", rememoró en relación al club cuya casaca vistió en las temporadas 2006-2007 y 2014-2015.
En Cerro, bajo lesiones
Si el haber jugado en Libertad ya no fue bien visto por los hinchas del Olimpia, llegar a Cerro Porteño, el archirrival, terminó por condenarlo. Rodrigo López vistió la casaca del Ciclón entre las temporadas 2012 y 2013, pero no con mucha suerte.
"En Cerro es sabido que me costó adaptarme al club, pero también les estoy agradecido. En todos los clubes en los que jugué la pasé bien, quizás en Cerro no me fue tan bien por las lesiones", consideró el atacante que el próximo 21 de enero cumplirá 40 años.
El renacer en Luqueño
Cuando tuvo que hablar del Sportivo Luqueño, Rodrigo López no ocultó su eterno agradecimiento al club y su directiva. Sin dudar dijo que "Luqueño fue mi renacer. Estoy eternamente agradecido con ellos".
"Cuando salí de Cerro, tenía las botas al lado de la cama. Ya pensaba casi en el retiro y me llamaron", confesó el Rorro, recordando luego que "en ese momento estaba Solalinde (Alicio) como entrenador".
El Indio, el último
Finalmente, el uruguayo se refirió a su actual club, Guaraní, con cuyos directivos y aficionados también se mostró "muy agradecido porque fue mi último club acá en Paraguay". "Sencillamente me siento muy cómodo, logramos un gran campeonato (Clausura 2016) y conocí a grandes personas", recalcó.
Una situación que no pudo pasar por alto de su aventura aurinegra fue el partido ante Independiente del Valle, por la fase previa de la Copa Libertadores del año pasado. En aquella ocasión, Rorro malogró el penal que pudo haber clasificado a Guaraní, de forma increíble.
"El penal contra Independiente fue duro para mí, no teníamos vuelta. Allí pensé en dejar de jugar, pero los compañeros me volvieron a convencer", confesó, agregando finalmente que "con las cinco camisetas que vestí en el fútbol paraguayo me sentí feliz".