Por Oscar Distéfano
Arropada en la calidez de su domicilio en Lambaré, y alejada momentánemente de las canchas de tenis luciendo una vestimenta casual que hacía resaltar su porte atlético, la número uno del tenis nacional, Verónica Cepede Royg, abrió sus puertas a La Nación para brindarnos una miscelánea de su exitosa temporada 2017.
Vero arrancó este año como 115 de la WTA, pero con fuerza y coraje fue remando contra la corriente hasta alcanzar una meta largamente anhelada: meterse entre las 100 mejores del mundo.
“Lo intenté mucho, llegó un momento que no podía rebasar esa barrera. Fue muy difícil para mí, llegaba al 106, 111 por ahí y me quedaba, mentalmente era muy difícil porque una quiere estar entre las top 100. Creo que me puse mucha presión yo solita, porque nadie me presionó; con Ramón Delgado trabajamos mucho en eso”, aseguró la tenista.
“Pero con un poquito de maduración, de experiencia y de creer más en mí, lo pude lograr, porque seguí intentado, seguí luchando y de repente lo logré. Ya como top 100 jamás imaginé terminar como 75 del mundo este año, fueron semanas muy buenas que ojalá se repitan en el 2018”, agregó feliz.
Y tras cerrar con un techo histórico como N° 75 del mundo, Vero manifestó que no desea poner números para el 2018, para evitar presiones. “Eso sí, diría que mejorar mi ranking actual (sería el desafío), así que ojalá el próximo año estés de nuevo aquí y pueda decirte soy top tanto, mucho mejor que el 75”, subrayó.
Oportunidades
Sobre las oportunidades que a una tenista le brinda el estar entre las top 100 dijo que es un alivio. “Me permite jugar directamente los Grand Slam, este año jugué Roland Garros, Wimbledon y US Open, lo cual es un alivio enorme porque jugar qualys es muy difícil”.
“Son tres partidos muy tensos, con mucha presión, entonces creo que con esto me saco una carga bastante pesada. Ahora por suerte ya entro directo también para el Australia Open”, recordó.
Señaló además que Roland Garros 2017 marcó su carrera como uno de los momentos más sublimes: ”Fue un momento muy lindo, algo inolvidable, aunque cuando me dijeron jugás contra Safarova lancé un ahhhh!!! miércoles!, me toca súper díficil, una jugadora que en 2015 hizo final, que sabía lo que es estar en una final de Grand Slam, que no es nada fácil, una jugadora de mucha experiencia”, rememoró sobre el juego ante la checa Lucie Safarova, a la que venció por 6-1 y 6-4.
Vero contó cómo fue que pudo solventar la difícil prueba ante una gran jugadora. “Entré a ese partido creo que iluminada, porque jugué un tenis excelente, no fallé una, teniendo en cuenta que la primera ronda siempre es la más difícil, especialmente en un Grand Slam”.
“Y aún sin tiempo para disfrutar este triunfo, vienen y me dicen ahora te toca la número 14 (Pavlyuchenkova), ahí de nuevo; miérrrrcoles!!!, porque no me toca otra!!" señaló entre risas.
Ante esta situación le vino a la mente algo que sus padres le suelen pregonar: “Una tiene que jugar contra las mejores para poder medirse, a ver qué te falta y qué no te falta; ahí me dí cuenta de que hay nivel, de que hay talento, solo que debe estar ahí para agarrar esa consistencia que ellas ya lo tienen, pero si se puede”, aseveró.
Ganarle a la tenista rusa Anastasia Pavlyuchenkova fue su mejor resultado en un Grand Slam: “Luego vencí a Mariana Duque y perdí contra quien en ese momento era la tres del mundo, la checa Karolina Pliskova, que luego fue la uno del mundo", acotó.
Rememorando este juego señaló que en ese momento una piensa en muchas cosas: “Por ejemplo, meterme en cuartos de final de Roland Garros, mi torneo favorito; jugar contra la tres del mundo, entre otras cosas. Gané el primer set, ella me superó en el segundo y el tercero, ya era para cualquiera”.
“Tuve dos oportunidades chiquitas que no las pude aprovechar para ganar, una se reprocha eso, pero al final estás jugando contra la tres del mundo, en una situación en la cual nunca estuviste, en un estadio enorme, o sea son muchas cosas que uno tiene en que pensar”.
“Y perder 6-4 el tercer set, es porque estás ahí nomás. Todos me hicieron ver la parte positiva de eso y al final salí contenta porque entendí que mejoró la confianza en mi juego, creo mucho más en él y obviamente estoy más consistente de lo que estaba antes”, se justificó.
Vero también señaló que le falta por mejorar la parte mental. “Obviamente entre las mujeres todas somos bastante irregular, muchas veces una tiene que entrar ya al 100 por ciento en el primer game para tener oportunidad. Serena Williams ya te mata en el primer game, capaz yo esté más nerviosa, y esos son detalles que tengo que ir puliendo y mejorando", admitió la raqueta N° 1 del país.
En cuanto a la diferencia que existe entre las tenistas sudamericanas, europeas y estadounidenses, dijo que pasa por la facilidad que tienen ellas de tener cerca los torneos grandes. En cambio, nosotras las sudamericanas, estamos dos o tres meses casi fuera de casa, lo cual es muy difícil de sobrellevar”, precisó.
“También pasa por la parte económica, nosotras no podemos darnos el lujo de ir y volver, porque cuesta caro, yo no tengo ningún sponsor que me apoye, entonces es difícil, y el regresar a casa más seguido es reconfortante”, admitió.
Falta de apoyo
Sobre la falta de apoyo de las empresas privadas de nuestro país refirió: “Después de Roland Garros pensé que iba haber una marca que me iba ayudar, pero no, es muy difícil de conseguir”, se lamentó.
“En nuestro país todo es fútbol, por eso se me complica más, yo no tengo nada por parte de empresas privadas, solo el apoyo que me brinda el gobierno a través del Comité Olímpico Paraguayo, la Secretaría Nacional de Deportes y la Asociación Paraguaya de Tenis, que ayudan un poco y después yo y mis padres, que me bancan todo”, precisó.
Así las cosas, la excelente tenista compatriota no descarta que esta situación pueda ser revertida en corto plazo, para de esa manera encarar mucho mejor un prometedor año 2018.