- Por Emma Viedma
- Doctora en Ciencias de la Educación
Innovación, creatividad y transformación son palabras que deben estar asociadas de manera permanente a la educación. Al iniciarse las clases en las instituciones educativas del país, quienes imparten enseñanza deben comprender que el modelo ha cambiado y necesariamente tiene que estar asociado en este nuevo tiempo a los permanentes cambios, y ser aplicados con nuevas y creativas fórmulas.
Los docentes de todos los niveles tienen el desafío de lograr la atención dispersa especialmente de los adolescentes, algo que no es imposible pero que requiere precisamente de la aplicación de métodos innovadores, creativos y pensando siempre en las transformaciones que son implementadas a nivel internacional.
En el anterior artículo hacíamos alusión a que el sistema educativo paraguayo tiene muchísimas cosas para solucionar, pero advertíamos también que en el proceso de enseñanza no solo están involucrados los docentes, sino las familias de los estudiantes. Desde luego, los propios alumnos deben poner su parte, pero será poco lo que se hará si los docentes no aplican métodos que les incentive.
Confiamos en que los docentes pondrán todo su empeño en brindar lo mejor a miles de estudiantes de todos los niveles. A este esfuerzo, en los espacios de organización, planificación y definición de líneas generales del sistema educativo, las autoridades tendrán que comprometerse a analizar la situación actual, para buscar las soluciones a los graves problemas ya bastantes discutidos.
Este año es muy importante para la educación, por diversos aspectos como que se realizan unas elecciones generales en las que se elegirán a las autoridades que tendrán el poder durante cinco años. La campaña electoral se dará en medio de un debate sobre la calidad de la educación paraguaya y la ya anunciada propuesta de varios sectores de buscar un gran acuerdo nacional político que permita poner en primer lugar a la educación.
La situación electoral y el interés de revisar el sistema educativo hará que el 2018 sea un año muy importante para la educación paraguaya, desde el punto de vista que –al menos eso esperamos– realmente se ponga como uno de los principales de discusión. Ahí se requerirá el compromiso de todos los actores políticos, administrativos y de los que están involucrados de alguna u otra manera con la educación, porque si no existe ese pacto lo que se discuta será en vano.
Este año debe prevalecer la educación por sobre todo, más allá de los discursos electorales y las promesas gubernamentales. Estamos en un momento ideal para iniciar una transformación que ponga a la educación como la principal aliada para el crecimiento de nuestro país, algo que todo paraguayo desea. Que el año académico esté acompañado por el esfuerzo, la innovación y creatividad de los docentes, y por el compromiso de las autoridades actuales y las que vendrán para buscar una nueva ruta que permita mejorar el sistema educativo.