- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
El candidato a la presidencia de la República, Santiago Peña, sostuvo en una de sus giras por el interior de nuestro país, antes de las internas de la ANR a realizarse este domingo que pese a las críticas, el modelo de gestión del actual mandatario, es el que prioriza a los sectores más carenciados.
“La gente critica al modelo actual, pero el mismo se enfoca entre otras cosas a construir viviendas sociales para las clases más vulnerables económicamente en los diversos departamentos de nuestro país”.
Según Senavitat para agosto del 2018 se prevé poder llegar a la vivienda social Nº 35.000. Ojalá se pueda dar, pues la gente humilde de nuestro país se los merece lo mejor y ello también equivale de alguna forma superar la situación de extrema pobreza.
Peña indicó que el presidente Cartes fue la persona indicada para el momento indicado, y que la historia se encargará de ponerlo en el lugar que le corresponde. “Ha sido el presidente que más ha marcado un hito de la historia del Paraguay, él era la persona indicada para el momento indicado, con una personalidad y con un liderazgo muy fuerte, y yo soy una persona diferente, de una formación diferente, no vengo de un mundo empresarial, vengo del sector público y soy la persona indicada para el momento indicado.
Señaló además que tiene una gran ventaja frente a los demás candidatos para la presidencia, cual es el conocimiento de la función pública y las políticas públicas, por su trayectoria dentro de la misma. Agregó que ello, llevará a la construcción de un país con una economía desarrollada, solo vista antes de la guerra grande, cuando Paraguay era la economía más desarrollada de toda América Latina. Parecerían a simple vista expresiones un poco optimistas, pero siempre es mejor ser así.
El gobierno que recibirá en el 2018, de ganar las generales de abril próximo, tendrá la ventaja de que Paraguay hoy día mantiene una macroeconomía estable, trasuntado a través de los principales indicadores (inflación controlada, crecimiento económico no menor al 4%, RIN que superan los US$ 8.000 millones y que a partir del 2018 podrían generarnos en concepto de intereses no menos de US$ 200 millones por año, que hasta hoy no tenemos), un nivel de deuda externa que a pesar de su crecimiento resulta aún sostenible vs. el PIB, si lo relacionamos con los que poseen los demás países de la región.
Si bien algunos sectores han venido generando nuevas fuentes de empleo, como el de las maquiladoras por ejemplo (más de 13.500), es imperioso que pongamos toda nuestra sapiencia, capacidad innovativa y creativa, para que más segmentos de negocios puedan ser partícipes activos en la generación de más trabajo, lo cual se estaría logrando con mejores perspectivas si es que le damos a la investigación y desarrollo, aplicación a “full” de nuevas tecnologías, una mejor calidad educativa en los 3 niveles, mejores estándares en salud pública, y sobre todo la formalidad que se precisa en una economía con elevado grado de informalidad con una “economía subterránea” que “mueve” al año más de 11.000 millones de dólares, sin pagar 1 solo guaraní de impuesto, pues aparte de permitirnos ensanchar nuestra base tributaria estaría contribuyendo a que mucha gente que hoy trabaja en la informalidad ganando un salario por debajo del mínimo legal pueda acceder a ello, y a un seguro social que les permita la posibilidad de una jubilación digna a futuro.
No podemos dejar de mencionar el papel estratégico que desempeña nuestra agricultura familiar campesina, en donde más de 200.000 pequeños productores continúan dentro del segmento de vulnerabilidad económica y que solamente en base a un apoyo y acompañamiento estrecho técnico-productivo y financiero, podrían ir superando la situación actual de pobreza en que se encuentran, pues ya no podemos permitir que sigan siendo “per secula seculorum” simples productores, con lo que su nivel de autoestima y ansias de seguir creciendo cualitativa y cuantitativamente seguirían “durmiendo el sueño de los justos”.
Necesitamos cualificar y diversificar nuestra producción agrícola, convirtiéndolos en microempresarios, pues el manejo artesanal observado hasta hoy día ya no “cuaja” dentro de este siglo si es que realmente pretendemos superar este rezago de décadas que tenemos dentro de este sector muy importante pero que en la práctica lo hecho hasta ahora resulta insuficiente y ya no podemos seguir perdiendo más tiempo. Así de simple.