El papel que cumple la mujer en la sociedad paraguaya indudablemente es fundamental y ese reconocimiento poco a poco va ganando terreno, aunque aún es mucho lo que se debe hacer, sobre todo en lo que respecta a la necesidad de acabar de una vez por todas con la violencia contra ella.
El pasado viernes 24 de febrero se conmemoró el Día de la Mujer Paraguaya y el 8 de marzo se recuerda el Día Internacional de la Mujer. Para la primera fecha mencionada no puede dejarse de mencionar la consideración que se tiene hacia la mujer paraguaya, como una que reconstruyó el país en su peor momento, tras la Guerra contra la Triple Alianza. En este punto, debemos decir que probablemente la mención internacional más relevante de todos los tiempos fue la que hizo el mismo papa Francisco, ya que la considera a la mujer paraguaya como la "más gloriosa de Latinoamérica", por su valentía y coraje.
Sobre la segunda, hay que señalar que se conmemora en todo el mundo para poner énfasis en la lucha de la mujer en su participación en la sociedad en igualdad con el hombre. En este punto, Paraguay aún está bastante lejos, porque la presencia de la mujer tanto para la toma de decisiones y la participación política, por ejemplo, sigue dándose en un bajo porcentaje. En cuanto a la situación laboral estamos aplazados. Aún está lejos de lo que debería ser en una época como la actual, igualitaria en todos los sentidos.
Las fechas citadas desde luego sirven para analizar la situación actual, en la que uno de los datos más terribles es la cantidad de feminicidios que se ha registrado este año. De acuerdo con los datos oficiales, al menos 10 casos se han producido en lo que va del 2017, una cifra muy superior al del año pasado en el mismo período de tiempo. Este hecho ha desatado aún más fuerza en la lucha contra la violencia contra la mujer, así como el rotundo rechazo a todo tipo de acoso.
La ley conocida como de "feminicidio" ha establecido penas carcelarias más duras para los responsables de asesinatos de mujeres, pero si bien es un campo ganado, el grave problema sigue siendo el pensamiento machista y violento que impregna a la sociedad paraguaya, que solo puede ser cambiado culturalmente. Esta es la parte que debe ser trabajada. No se podrá frenar la violencia mientras culturalmente mantengamos esa errónea visión.
Además de estos dos graves aspectos, los de la violencia, abuso y acoso, la participación de la mujer en la toma de decisiones en la más alta esfera de poder también es un punto que debe ser analizado. En ese sentido, cabe resaltar que el Ministerio de la Mujer impulsa el proyecto de ley de paridad democrática para que las mujeres accedan en el mismo porcentaje que los hombres a los cargos electivos y públicos. La representación de las mujeres en cargos políticos sigue siendo escasa en Paraguay, de acuerdo con los datos.
La Nación detalló en un artículo periodístico que actualmente solo 8% de los municipios está desempeñado por mujeres, en tanto que en el Senado apenas están en 9 de los 45 escaños y en 11 de los 80 en Diputados. También hay una tímida presencia femenina en cargos importantes tanto en el Poder Judicial como en el Ejecutivo.
Cabe apuntar que en referencia a los cargos en disputa electoral, el Código Electoral contempla un 20% de participación de mujeres, que no es cumplida. En el mencionado artículo, publicado el lunes, se detalló que desde el Ministerio de la Mujer se busca revertir esta realidad mediante una nueva ley que garantice la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, favoreciendo una mayor presencia a ellas no solamente en el ámbito político, sino también en organizaciones de mando medio, tales como clubes sociales, cooperativas, sindicatos, etcétera.
De acuerdo a las argumentaciones de la secretaría de Estado, se priorizan tres ejes de acción: el empoderamiento económico, la participación política y social y una vida libre de violencia. En este contexto, se destaca el proyecto de ley que se encuentra en estudio en la Cámara de Senadores que ya cuenta con dictamen favorable de algunas comisiones.
Es sumamente importante la propuesta planteada por el Ministerio de la Mujer, que esperemos los parlamentarios la analicen con seriedad y compromiso para seguir construyendo una sociedad más justa e igualitaria.