"Cuando es un abuso de menores, es una montaña, pero cuando un hijo tuyo ha cometido una falta, esa falta no es una montaña, así que vamos a ir distinguiendo los actos morales", dijo el Arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, buscando minimizar la denuncia sobre manoseo de una mujer por parte de un cura de Limpio. "Fue un pecado leve", sostuvo Valenzuela, quien recientemente pidió no hacer "de una piedrita una montaña".

A pesar de ello aseguró que habrá "tolerancia cero" con los religiosos en este tipo de casos. También pidió a la feligresía "rezar" por los sacerdotes que incurren en estos abusos y delitos.

El nuncio apostólico, Eliseo Antonio Ariotti, y el propio Valenzuela, quienes ayer participaron de una rueda de prensa para anunciar la designación del nuevo obispo de Misiones, fueron consultados sobre el polémico asunto.

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Ariotti dijo que el Vaticano está al tanto de este tipo de casos, además recordó que existe un proceso en lo civil y en lo canónico. Pidió esperar el resultado de ambas investigaciones.

Valenzuela en el mismo sentido expuso: "Todos queremos ser respetuosos y que nuestros sacerdotes den el buen ejemplo, pero lastimosamente las tentaciones existen. La Fiscalía investigará", expresó.

"Toda la Iglesia está apenada ante cualquier abuso y en este sentido nuestro protocolo es muy serio en cuanto a los abusos de menores pero hacemos distinción cuando se trata de un adulto mayor", expresó el Arzobispo. "Si fuera un menor, se llevaría al Vaticano, pero como no es un delito que afecta a niños, tiene otro proceso. Lamentablemente, el pecado y las tentaciones existen, y la fragilidad lleva a cometer esos actos indecorosos que la Iglesia reconoce como malos", expuso.

"Con estas palabras nosotros pedimos disculpas por todos los gestos de escándalo que podemos crear dentro de la iglesia. Ningún gesto que sea indecoroso debe quedar sin ser denunciado", resaltó.

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