Con el tiempo las empresas aprenden a comercializar, con éxito, los productos y servicios que ofrecen sus respectivos negocios a los clientes. Sin embargo, ese éxito disminuye drásticamente cuando deben vender el contenido de la empresa a sus trabajadores. Sí, ¡vender! Así lo señala Gisella Lefebvre, comunicadora especializada en la dimensión interna e institucional, quien comparte propuestas para mejorar la comunicación interna en las empresas.

Por: Gisella Lefebvre

Realizar una lista sobre lo que quisiera que se conozca de su empresa y poner por escrito, en lenguaje sencillo, toda esa información (Visión, Misión, Valores, Políticas, etc.).

Averiguar qué de esa información conocen sus trabajadores, para determinar cuáles son aquellas en las que debe reforzar su difusión.

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Identificar cuáles son los espacios físicos de la empresa en los que la colocación de esa información tendría mejor efecto (sala de reuniones o de capacitaciones, comedor, cada oficina, etc.).

Relevar los medios por los que sus trabajadores desean recibir la información laboral (procedimientos del día a día) y de la empresa (ver punto 1).

Organizar una reunión con los principales referentes de áreas (gerentes, jefes, coordinadores) para analizar y validar la información obtenida.

Armar un plan de comunicación, en el que se incorpore en primer lugar el objetivo de la comunicación interna en el que se buscará mejorar ese año, luego colocar acciones a realizar, los plazos y responsables.

Asignar los recursos económicos necesarios para la ejecución del plan.

Nombrar al responsable de implementar el plan de comunicación. Lo ideal es contratar un comunicador de profesión. Si esto no es posible, puede seleccionar a un miembro de su equipo que tenga el perfil para desarrollar esta tarea y hacerlo capacitar.

Realizar al menos una charla, taller o curso sobre comunicación interna, del que participe todo el plantel de la empresa -o el más representativo- para entender su alcance y sus beneficios. Y, principalmente, para comprender que todos somos responsables de la comunicación, de que esta sea efectiva y que todo lo que hacemos comunica, para bien o para mal. Hasta el silencio comunica.

Ejecutar el plan de comunicación bajo la supervisión directa de la alta gerencia, de tal forma a obtener una retroalimentación continua y poder tomar las medidas necesarias en el momento oportuno.

Establecer estrategias comunicacionales -al igual que se definen estrategias comerciales- para poder "vender" internamente la filosofía de la empresa, sus valores, sus políticas y procedimientos.

Retener buenos talentos es lo que permite una buena gestión de la comunicación interna que, además, favorece el clima laboral y el trabajo en equipo, así como el sentido de pertenencia. Esto genera mejor productividad, ahorro y una mejor atención al cliente. Al final, las empresas que más ganan son las que primero se comunican con su público interno.

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