Londres, Reino Unido. AFP.
Un cisne-reloj de hace 200 años y un robot que rezaba para Felipe II de España son dos de los autómatas de la gran exposición del Museo de la Ciencia de Londres sobre estas máquinas. Entre los 100 robots de la muestra sobre estos autómatas, muchas veces antropomórficos, está el que tiene forma de monje y fue construido en el siglo XVI para el pío monarca español, capaz de rezar y levantar un crucifijo.
La muestra pretende explicar porqué los hombres construyen máquinas que se les parecen y qué dice eso de sus temores y ambiciones. "Una de las grandes dificultades a la hora de organizar una exposición como esta son las ideas preconcebidas de la gente sobre los robots que vienen, destruyen el mundo y nos esclavizan", dijo a la AFP Ben Russell, el comisario de la muestra.
"Una de las ventajas de dirigir una mirada lejana en el tiempo, como hemos hecho, es darse cuenta de que esos temores nos acompañan desde hace mucho, mucho tiempo", dijo Russell, precisando que considera esos miedos como exagerados.
La robotización está cada vez más presente en el debate público. Un informe de la organización de análisis Reform predijo esta semana que 250.000 empleos del sector público británico podrían acabar en manos de robots en 15 años.
En Francia, el candidato socialista en la elección presidencial Benoit Hamon quiere crear un impuesto sobre estas máquinas. La inteligencia artificial (IA) también divide a la comunidad científica.