El servicio voluntario en cualquier rama debe estar sustentado en la credibilidad, seriedad y transparencia. Cuando se utiliza el sentido del voluntariado para establecer claques y así lograr beneficios personales, incluso económicos, inmediatamente deja de ser un servicio voluntario para pasar a ser una nefasta herramienta de engaño.
Es lo que pareciera sucede con el Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP-Amarillo) que ha instalado en su cúpula a un grupo que aún estando investigado por la Justicia sigue haciendo de las suyas, ahora expulsando de sus filas a quienes reclaman transparencia, usando artimañas realmente increíbles que solo solían ser vistos especialmente en el ámbito político.
El Tribunal de Justicia del CBVP-Amarillo expulsó y dio de baja a 10 de los principales bomberos que se manifestaban exigiendo transparencia al Directorio Nacional. Mientras tanto, todo el Directorio de la institución está imputado por presunta estafa, pero el tribunal ni se inmutó.
La historia estaba cantada. Desde el momento que se abrió un sumario, se sabía que se llegaría a esta decisión. El Tribunal de Justicia de los bomberos amarillos es un órgano que responde políticamente al Directorio actual, presidido por Rafael Valdez Peralta. Después de que cientos de bomberos se hayan manifestado contra los directivos actuales, la represalia fue contundente. Indudablemente, utilizaron al tribunal como una herramienta para sacarse de encima a quienes molestaban.
El órgano interno actualmente está integrado por Fernando Vera (presidente), Julio Maíz, Luis Manuel Ruiz, Orlando Maciel y Sabrina Ozuna, como titulares. Además, están Elva Quiroz, Alejandro Salza (renunciante) y Luz Ocampos. En octubre del 2016, el tribunal decidió iniciar sumario contra 39 bomberos. Todos ellos habían participado de una manifestación contra el Directorio el 20 de setiembre del 2016, en un evento histórico para los bomberos amarillos, ya que nunca antes se había tenido una situación similar. Pocas semanas después, se daba a conocer la suspensión de al menos 15 de ellos.
Pero en estos días se dieron a conocer otros determinaciones del tribunal, en las que se toman medidas más drásticas. Por ejemplo, en la última resolución este organismo resolvió expulsar con degradación del CBVP a los siguientes bomberos: capitán mayor Emigdio Benítez, capitán mayor César Manuel Manchini, Gustavo Humberto Céspedes, Carlos Daniel Lezcano y capitán mayor Cristhian Fernando Tabares Ocampos. Igualmente, el documento habla de dar de baja con prescripción por 24 meses a otros cinco voluntarios: Diego Arnaldo Vivero Irazusta, Guido Marcelo López, Jimmy Enhart, Rodrigo David Rojas y José Virgilio Rivas.
Supuestamente, esta determinación tiene que ver con que estos voluntarios violaron varios artículos del reglamento de los bomberos, sobre todo, en lo referente a la disciplina. En efecto, la denuncia presentada por los miembros del Directorio habla de atropello y actos de vandalismo, e inclusive, delictivos, con relación a la manifestación del pasado 20 de setiembre.
Mientras el tribunal se muestra implacable con quienes se manifestaron exigiendo transparencia, al parecer este organismo no se ve afectado por la imputación de las propias autoridades del CBVP-Amarillo por presunta estafa y utilización de documentos no auténticos. Los que están imputados son Rafael Valdez, presidente; Miguel Ángel Riera, vicepresidente, y los miembros Carlos Alberto Torres, Daniel Aquino Rivas, Elías Ramírez Flores, Luciano Florenciáñez Brizuela, Mario Luis Gini, Rolando Valdez, Roberto Bogado Jara (ex miembro), Óscar Tadeo Acuña Castillo y Alberto Meza Zárate.
Indudablemente, la actuación de la cúpula de los bomberos sigue afectando internamente al mismo cuerpo que en este momento está temeroso de hablar y exigir transparencia. La decisión del Tribunal de Justicia, sin argumentos valederos, es una advertencia a quienes osen enfrentar a la poderosa cúpula que sigue campante en medio de impunidad, complicidad e incoherencia. Este hecho daña mucho más a una institución que ha perdido su credibilidad por dentro y por fuera. Evidentemente no están dispuestos a ceder un milímetro. Queda en manos de la Justicia determinar las responsabilidades de los hechos denunciados para pensar en que alguna vez podrá darse un proceso de transformación para que exista transparencia.