Aunque aún no se pudo ver del todo, salvo destellos, el funcionamiento que intenta implantar Repetto y los movimientos mecanizados que se necesitan para que estos se lleven a cabo (con el ataque rápido y agresivo por los costados), la mayor preocupación del DT debe ser la falta de gol.
Con unos primeros minutos de presión bien alta de Nacional se desnudaron las falencias (una vez más) defensivas del Decano paraguayo. José Cañete estuvo muy impreciso y este factor, sumado a las descoordinaciones en los movimientos con su compañero de zaga, hicieron que Olimpia sufra mucho atrás.
Las que generó el Franjeado en el primer tiempo fueron mediante jugadas aisladas. Una media chilena de Richard y alguna que otra pinta de Julián Benítez generaron el aplauso de la hinchada de Olimpia.
El dispositivo táctico (4-2-3-1) de Lasarte, el DT del "Bolso", hacía que por momentos Riveros y Mendoza le pierdan la marca a Martín Ligüera, que buscaba la espalda de estos dos para recibir y descargar rápido.
Con una jugada que se gestó por derecha, con Tabaré Viudez y Jorge Fucile, y que finalizó por izquierda, con la definición cruzada del lateral Espino, llegó el tanto del Decano uruguayo.
Tuvieron que pasar 58 minutos de juego para que Olimpia genere una situación clara de gol, proveniente de una jugada armada, cuando Roque ganó la línea de fondo y mandó un globo que Riveros no pudo definir. Fue lo más cercano a convertir que estuvo el Franjeado.
Poco más de una hora de partido mantuvo su equipo titular Repetto. Luego, con el ingreso de Cardozo y Leguizamón ganó un poco más de fuerza y velocidad arriba, pero igual nunca se vio una camiseta franjeada con posibilidad de definir en el área tricolor. Después, ambos entrenadores modificaron mucho más y el partido bajó en intensidades, completándose con ambos manejando la pelota en el medio sin lastimar en las áreas.
LAMENTABLE
Una vez más, los delincuentes con camiseta de hinchas hicieron de las suyas en Para Uno. Apenas iban 10 minutos de partido y en la tribuna sur volaban los golpes de puño y patadas entre integrantes de la barra brava de Olimpia. El juego tuvo que paralizarse durante cinco minutos mientras se calmaban los inadaptados que eran reprimidos por los balines de los cascos azules. Si no hay voluntad de erradicar a esta gente de los estadios de fútbol, seguiremos sufriendo lo mismo. ¿Hasta cuándo?