Victoria Finkle
WASHINGTON.
Timothy G. Massad, el principal regulador de derivados financieros de Estados Unidos, dijo el martes que renunciaría como presidente de la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos (Commodity Futures Trading Commission – CFTC) cuando Donald J. Trump se convierta en presidente este 20 de enero.
Massad es el último supervisor financiero de la administración Obama en anunciar su salida. Mary Jo White, presidenta de la Securities and Exchange Commission (SEC), que supervisa la protección de los inversionistas y los mercados financieros, dijo en noviembre que planeaba marcharse cuando terminara la administración Obama.
La CFTC y la SEC también tienen asientos vacíos, lo que dará a la administración Trump un papel importante en la configuración de la supervisión de los mercados financieros.
"Hay una cantidad de poder sin precedentes que el presidente (Trump) tendrá al establecer el rumbo en estas dos agencias, dado el número de vacantes", dijo Thaya Brook Knight, directora asociada de estudios de regulación financiera en el Instituto Cato.
Massad ha ejercido como presidente de la CFTC desde junio del 2014. Anteriormente, había sido un alto funcionario del Departamento del Tesoro en la Administración Obama y había supervisado el Troubled Asset Relief Program, el rescate bancario. Antes de entrar al servicio público, fue socio de la firma de abogados Cravath, Swaine & Moore.
La CFTC indicó el martes que Massad permanecería como comisionado por "unas pocas semanas" después de dimitir como presidente para luego retirarse definitivamente. Su mandato estaba programado para terminar en abril.
El mencionado Massad había sucedido a Gary Gensler, un ex ejecutivo de Goldman Sachs que galvanizó la agencia, caracterizada por su sopor al estallar la crisis financiera, convirtiéndola en un organismo de control de la industria. Massad ha continuado promulgando muchos de los cambios iniciados bajo la dirección de Gensler, supervisando la implementación de las normas de la Ley Dodd-Frank que rigen los mercados de permutas financieras, que estaban en el corazón de la citada crisis y coordinando la supervisión con los reguladores internacionales.
"Llegué a la C.F.T.C. Con una serie de prioridades y estoy orgulloso de haber logrado avances significativos en todos los ámbitos", expresó Massad en un comunicado emitido el martes. "En gran medida hemos terminado de implementar el marco regulatorio para las permutas financieras y nos hemos concentrado en las áreas que representan el mayor riesgo para el sistema financiero", añadió.
Pero la agencia no terminó la implementación de al menos una regla vigilada muy de cerca y que gobernaba el comercio de futuros. Dicha regulación propuso el mes pasado –por tercera vez desde el 2011– lo que se conoce como la regla de límites de posición. Los comisionados "no querían adoptar una regla que la CFTC elegiría no implementar o defender en el futuro", dijo la agencia en un comunicado de prensa.
La agencia que emplea a 700 funcionarios también ha luchado, a veces, como resultado de lo que sus partidarios han dicho es una falta crónica de financiación. Su presupuesto de 250 millones de dólares de la comisión de negociación está bajo control del Congreso.
"Mientras nuestro progreso ha sido significativo, la agencia no tiene los recursos necesarios para supervisar adecuadamente estos mercados de la manera que merece el público", dijo Massad a un panel del Senado en abril.
La comisión de cinco miembros tiene dos vacantes y la salida de Massad la dejará con solo dos miembros: Sharon Y. Bowen, una abogada de valores nombrada para llenar un lugar vacante – cupo de los demócratas – en el 2014, y J. Christopher Giancarlo, un solitario republicano solitario en el directorio. (La SEC, de cinco miembros, tiene sólo tres comisionados incluyendo la renunciante presidenta).
"Massad heredó una agencia que todavía se ocupa de las secuelas de la crisis financiera del 2.008 y su trabajo incansable ayudó a traer devolver la confianza a los mercados", dijo Bowen en un comunicado.
Se espera que Giancarlo dirija la agencia, al menos en el ínterin. Trump aún no ha indicado su elección para el puesto.
Mientras tanto, como su titular, Giancarlo puede cambiar la agenda del organismo. Ha criticado la forma en que se han llevado a cabo ciertas reglas de canje y ha argumentado que la agencia está "atrapada en una deformación del tiempo del siglo XX", incapaz de seguir el ritmo de las innovaciones tecnológicas financieras.
Giancarlo también ha dicho que las reglas puestas en marcha después de la crisis contribuyeron a una reducción en la liquidez del mercado o en la capacidad de hacer negocios rápidamente y ha argumentado que el Financial Stability Oversight Council – FSOC (Consejo de Supervisión de Estabilidad Financiera), un grupo de reguladores encabezados por el secretario del Tesoro, no ha estudiado la cuestión de cerca. El titular de la CFTC es un miembro con derecho a voto en el señalado consejo.
"En este papel, como con tantos otros, la FSOC ha sido un fracaso absoluto", escribió en el 2.015 Giancarlo en un artículo de opinión publicado de manera conjunta con Michael Piwowar, el comisionado republicano en la SEC.