Josh Bernoff

© 2016 Harvard Business School Publishing Corp.

CONNECTING

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

De cuando en cuando, usted debe escribir como parte de su trabajo. Probablemente piensa que es bueno en ello, incluso al mismo tiempo en que nota la mala calidad de las redacciones que llegan a su pantalla provenientes de otras personas.

De acuerdo a lo que descubrí al encuestar a 547 personas que escriben como parte de su trabajo, aquí existe un problema central: Todos pensamos que los problemas de calidad en la redacción son culpa de alguien más.

Los encuestados debían escribir al menos dos horas a la semana, adicionales al tiempo que pasan escribiendo correos electrónicos. La encuesta llegó no solo a escritores y editores, sino también a gerentes, directores, supervisores, ejecutivos, analistas y consultores. Ellos escriben texto para sitios web, memorandos, reportes, blogs, materiales de mercadeo y publicaciones en redes sociales.

Una pregunta reveló nuestro autoengaño. Pregunté: "en promedio, calificando de 1 a 10 ¿Qué tan efectivo es el material que lee?" Los encuestados calificaron la efectividad promedio de lo que leyeron en un patético 5,4. En comparación, calificaron la efectividad de lo que ellos escriben en 6,9.

Cuando les pregunté acerca de los problemas con lo que leen o escriben, emergió el mismo patrón. Mientras que un 65% de los encuestados estuvieron de acuerdo en que lo que leen está pobremente organizado, solo un 16% admitieron que ellos escriben material mal organizado. Además, mientras que un 61% dijo que lo que leen es poco claro, solo un 19% dijeron que lo que escriben es poco claro. Para cada problema de redacción que citaron –materiales demasiado largos, llenos de tecnicismos o imprecisos– dijeron que los problemas son comunes en lo que leen, pero no en lo que escriben.

Entonces, vale preguntar, ¿quién está escribiendo esas terribles cosas?

Nosotros. Simplemente no nos damos cuenta de lo poco efectiva que es nuestra redacción.

Hay cuatro pasos que usted puede dar para corregir su redacción.

— DESAFÍESE A SER MÁS CONCISO: Ya sea que usted esté escribiendo un correo electrónico o un reporte, pregúntese si lo ha hecho demasiado largo. Si quitara una frase o dos –u ocho– ¿el lector se daría cuenta de que hacen falta?

— IDENTIFIQUE SUS MALOS HÁBITOS: Aprenda a reconocer los tecnicismos, las construcciones pasivas y el lenguaje impreciso como malos hábitos que le dificultan a los lectores entender lo que usted está diciendo.

— JÚNTESE CON OTRO ESCRITOR: Un editor o un compañero que revise lo que usted escribe puede mostrarle lo que no puede ver. Por eso es que incluso dos escritores defectuosos se vuelven mejores entre sí.

— INTEGRE LA RETROALIMENTACIÓN DISCIPLINADA DENTRO DE LOS PROCESOS DE REDACCIÓN: Cuando los buenos escritores son atacados por reseñas contradictorias, esto lleva a malos resultados. Con aviso suficiente y con ciclos de revisión cuidadosamente organizados, usted puede resolver problemas y mantener una redacción coherente.

Actualmente escribimos y leemos todo el día. Leer en una computadora o teléfono hace que la concentración sea más difícil. Admitamos que tenemos un problema de redacción. Es la única forma en que las cosas mejorarán.

(Josh Bernoff es autor del nuevo libro "Writing Without Bullshit: Boost Your Career by Saying What You Mean" y coautor de tres libros de estrategia empresarial, incluyendo el best-seller "Groundswell")

Déjanos tus comentarios en Voiz