Alexandra Stevenson y Vinod Sreeharsha
En la mayor empresa constructora de América Latina, sobornar a funcionarios gubernamentales de todo el mundo se hizo tan común que se creó una división dedicada a rastrear y facilitar los sobornos.Cuando las transferencias bancarias eran inconvenientes, los trabajadores de esta división en Odebrecht, de Brasil, organizaban entregas de maletas llenas de dinero en efectivo a lugares secretos.
El plan duró más de dos décadas e involucró sobornos a funcionarios del gobierno en una docena de países de tres continentes, pero finalmente se deshizo. El miércoles, Odebrecht y su empresa petroquímica afiliada, Braskem, ante el Tribunal Federal del Distrito de Brooklyn se declararon culpables de los cargos que se le adjudicaban y admitieron que pagaron cientos de millones de dólares en sobornos. Juntas, las compañías pagarán por lo menos 3.500 millones de dólares en sanciones en un caso presentado por autoridades de Estados Unidos, Brasil y Suiza.Es la pena más grande por una violación de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero de 1977, superando una multa de 800 millones de dólares pagada por Siemens en el 2008 a las autoridades de los Estados Unidos. Funcionarios estadounidenses dijeron el miércoles que su investigación continúa y que las personas también podrían ser procesadas.
El mencionado acuerdo judicial se dio luego de una amplia investigación en Brasil sobre la corrupción en Petrobras, la petrolera estatal, que sumió al país en una crisis política y provocó protestas que finalmente llevaron al impeachment de la presidenta Dilma Rousseff. Aunque no estaba implicada –Rousseff fue declarada culpable por el Senado de Brasil en un asunto separado– la caída en el apoyo popular allanó el camino para su destitución en agosto último.Odebrecht, que construyó el Aeropuerto Internacional de Miami y tiene operaciones en 27 países, incluyendo Estados Unidos, China y Venezuela, ha sido acusada de colusión con ejecutivos de Petrobras y otros contratistas, así como con Braskem, para sacar más de mil millones de dólares en sobornos de la empresa petrolera.
Bajo los términos del acuerdo con los fiscales, Odebrecht dijo que pagará 2.600 millones de dólares, mientras que Braskem acordó pagar 957 millones de dólares.La investigación brasileña en Petrobras, conocida en portugués como "Operação Lava Jato", una referencia a una estación de servicio que blanqueó dinero mal habido, ha sacudido al núcleo político. Las autoridades brasileñas lograron 112 condenas de 83 personas involucradas en la investigación, entre ellas, ejecutivos de Odebrecht. El escándalo ha dejado a la industria petrolera de Brasil desprovista de inversiones durante la peor crisis económica del país en décadas.
También se sabe ahora que Odebrecht construyó un grupo interno secreto que llamó la División de Operaciones Estructuradas, donde los trabajadores facilitaron los pagos de sobornos a través de entidades extraterritoriales tan alejadas geográficamente, como Antigua (Guatemala), dijeron los fiscales.
A veces, el efectivo se entregaba en paquetes o en maletas. La división incluía un sistema de comunicación separado para ocultar sus actividades. Se realizaron pagos a miembros del congreso de Brasil, a funcionarios de los dos principales partidos políticos del Brasil y a funcionarios gubernamentales en 12 países, entre ellos Angola, Argentina, Colombia, Panamá y Mozambique.
En total, la compañía se benefició con la suma de US$ 1,4 mil millones, dijeron el miércoles los fiscales federales.En Angola, por ejemplo, Odebrecht pagó 50 millones de dólares a funcionarios del gobierno local para obtener contratos públicos de trabajo. Estos proyectos dieron como resultado ganancias de 261,7 millones de dólares, dijeron los fiscales.
En Argentina, la compañía pagó US$ 35 millones a intermediarios relacionados con tres proyectos de infraestructura, sabiendo que algunos fondos serían entregados a funcionarios gubernamentales. Sus beneficios relacionados con estos pagos fueron de US$ 278 millones, dijeron los fiscales.Odebrecht y Braskem utilizaron, por así decirlo, una unidad oculta de negocios de Odebrecht, pero en pleno funcionamiento. "Un 'departamento de soborno' que pagó sistemáticamente cientos de millones de dólares a funcionarios corruptos de diferentes gobiernos en países de tres continentes", dijo Sung-Hee Suh, subprocurador adjunto de la división criminal del Departamento de Justicia.
"Tales descarados actos ilegales exigen una respuesta fuerte de la ley y mediante un decidido esfuerzo con nuestros colegas, en Brasil y Suiza, hemos logrado eso", resaltó Suh.Odebrecht publicó una declaración el 1 de diciembre pidiendo disculpas por su "participación en actividades ilícitas". William Burck, abogado del bufete Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan y que representa a Odebrecht dijo el miércoles que la empresa "ha cooperado plenamente y continuará haciéndolo. La compañía se alegra de estar dando vuelta la página y centrándose en su futuro".
El poder de Odebrecht permeó a través de las ideologías políticas en Brasil e incluso más allá de ese país, ya que desarrolló un embate agresivo en América Latina y África."Todos están involucrados", dijo Gil Castello Branco, fundador de Contas Abertas, un organismo de vigilancia de la transparencia en Brasil. Branco agregó que, incluso en el gran esquema de "Lava Jato", que ha tocado a tantos ejecutivos de negocios y políticos, las acciones de Odebrecht son inocultables."El comportamiento de Odebrecht no tiene precedentes" en Brasil, dijo Castello Branco.
"Nunca he oído hablar de nada parecido", agregó.Fundada en 1944 por Norberto Odebrecht, la firma emplea a más de 250.000 personas.Marcelo Odebrecht, su ex jefe ejecutivo, fue condenado por corrupción y lavado de dinero en marzo de este año y condenado a 19 años de prisión. Durante su presidencia, Odebrecht desarrolló estrechos lazos con Dilma Rousseff y su mentor y predecesor, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Como indicio del favor que ha tenido con el gobierno, desde el 2007 hasta principios del 2015, más del 70 por ciento de la financiación que el BNDES proporcionó a las empresas brasileñas para proyectos de infraestructura en el exterior fue a Odebrecht, según Contas Abertas. Eso equivaldría a unos 8,2 mil millones de reales (o 2.500 millones de dólares en base a los tipos de cambio actuales) cuya financiación fue subvencionada por los contribuyentes, estimó el grupo.Braskem, que es controlada por Odebrecht, también usó la división de sobornos de Odebrecht para pagar US$ 250 millones a políticos, funcionarios del gobierno y a un funcionario de Petrobras, de acuerdo con una denuncia civil presentada por la Securities and Exchange Commission (SEC), de los Estados Unidos.
A cambio, los funcionarios intervinieron en nombre de la empresa en varias ocasiones. En un caso, los funcionarios influenciaron a Petrobras para asegurar precios más favorables en su oferta de un subproducto de crudo que Braskem utilizó para su producción petroquímica. A cambio de esta intervención, Braskem pagó más de US$ 20 millones en sobornos, dijo la SEC.Los funcionarios gubernamentales también fueron sobornados para aprobar una ley que permitía un crédito fiscal por la compra de ese subproducto crudo y otras materias primas.
Braskem, en una presentación hecha el miércoles ante el órgano regulador brasileño de valores, reconoció que había concluido un acuerdo con las autoridades y que "había concluido la última etapa de las negociaciones globales de liquidación".También dijo que en virtud del acuerdo, la empresa "continuará cooperando con las autoridades competentes y mejorando sus prácticas de gobernanza empresarial y anticorrupción".
Señaló que estará sujeta a un seguimiento externo durante tres años.Las autoridades de Estados Unidos dijeron el miércoles que Odebrecht había acordado pagar una multa de 4.500 millones de dólares, pero añadieron que sólo podrían pagar 2,6 mil millones de dólares. El monto final se decidirá en una audiencia el 17 de abril del año venidero.
Las autoridades se han centrado en el programa de sobornos de Odebrecht que se desarrolló a lo largo de más de 20 años, pero la empresa se volvió más descarada a medida que los investigadores cerraban el círculo, en el 2014. La policía brasileña acababa de anunciar su investigación de la Operación Lava Jato, en Petrobras, y los empleados de Odebrecht comenzaron a destruir documentos, dijeron los fiscales estadounidenses.
En el 2015, un empleado de Odebrecht organizó una reunión en Miami con un funcionario consular de Antigua. En la reunión, el empleado solicitó que un funcionario de alto nivel en Antigua se abstuviera de enviar a las autoridades internacionales cualquier documento bancario que mostrara pagos ilícitos desde Odebrecht. El empleado se ofreció a pagar US$ 4 millones por el favor, dijeron los fiscales. Al final, 3 millones de euros fueron transferidos al funcionario.