La devoción del pueblo mariano por la Virgen de Caacupé motivó a muchos fieles a participar de la celebración del octavario que se realizó ayer a la mañana, llevando el agradecimiento por los milagros recibidos durante el año a la considerada Madre de los paraguayos. Con esta actividad se puso fin a la festividad de la Inmaculada Concepción de María, iniciada el pasado 28 de noviembre en la Basílica y Santuario Nacional de Caacupé.

Durante la homilía, el obispo de la diócesis local, monseñor Claudio Giménez, hizo un resumen de los temas tratados durante el novenario, que estuvo centrado en los jóvenes y el inicio del trienio. También llamó a los fieles a llevar a María en sus corazones, a fin de dar nacimiento a Jesús, anunciando así la llegada de la Navidad.

La devoción a la Virgen de Caacupé es la más fuerte dentro de la religiosidad popular. Una joven lo demostró con su vestimenta.[/caption]

"Muchos se preguntan qué es lo que a la gente les trae hasta aquí soportando el calor y, este año, la lluvia en la explanada de la Basílica. Muchos se preguntan y mi respuesta es que no sé qué es lo que los trae hasta aquí, pero sí sé que se llevan el consuelo y la esperanza de la Virgen María", dijo el clérigo.

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Al término de la misa, los fieles llevaron en andas para la procesión por los alrededores del templo a la imponente imagen de la Inmaculada Concepción de María, tanto la imagen traída de Tobatí, como la tradicional Virgen de Caacupé.

La caminata por las calles aledañas a la Basílica estuvo acompañada de la Banda Folclórica de la Dimabel, que también detonó petardos y explosivos. Pañuelos blancos saludaron el paso de las dos imágenes.

DEVOCIÓN

Entre varias historias de fieles que llegaron a Caacupé está la de Ninfa Jara, una paraguaya que reside en España, quien aprovechó su estadía en tierras paraguayas para caminar desde el Kurusu Peregrino y honrar a la Virgen de Caacupé. Ella y toda su familia residen en Madrid, España, desde hace al menos cinco años y agradecieron a la Virgen el hecho de tener un contrato de trabajo, que les permite estabilidad en la madre patria. "Nosotros le pedimos a la Virgen por un trabajo y vinimos a cumplir la promesa. Caminamos por algo que ya recibimos", aseguró la mujer.

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