Una amenaza de bomba en la sede del Poder Judicial, que obligó a la evacuación total de las dos torres, no pasó de ser un susto, o más bien "una broma de mal gusto", según dijo el jefe de seguridad interna, el coronel Freide Amarilla.
Efectivos de la Fope, así como los bomberos voluntarios realizaron una exhaustiva revisión de todas las áreas y no hallaron nada. La alarma se dio tras una la llamada que realizó una persona de sexo masculino al sistema 911.
La voz anónima advirtió que habían dos paquetes y que se tenían solo 30 minutos para abandonar las instalaciones del Palacio, antes de que detonaran las bombas.
La investigación está a cargo del fiscal Federico Delfino. La alarma en todo el edificio se encendió alrededor de las 10:20 y posteriormente el personal de seguridad solicitó a las personas que estaban en las oficinas y en los pasillos que evacuen el área. Para la desocupación se utilizaron las escaleras de emergencia y las normales, por lo que la evacuación demoró al menos 20 minutos en vista que en el Poder Judicial concurren a diario 7.000 a 11.000 personas.
Muchos de los funcionarios se retiraron, mientras que otros permanecieron en la Plaza de la Justicia y en los alrededores del Palacio. La explanada y las calles aledañas fueron bloqueadas, mientras se realizaba la verificación de la sede judicial. Juicios y audiencias que se realizaban fueron suspendidos y los reos trasladados a un costado del Poder Judicial. El ministro de Corte, Antonio Fretes, superintendente de seguridad y comunicación, siguió de cerca los trabajos que se hicieron para la verificación del área.