Monique Valcour
Cuando se agota en el trabajo, se siente disminuido. Los desafíos que solían ser manejables se sienten irremontables. Mientas que el empleado que está comprometido tiene energía, está involucrado y muestra un elevado desempeño, el empleado agotado está exhausto, es cínico y se siente abrumado.
La investigación muestra que el agotamiento tiene tres dimensiones: cansancio emocional, despersonalización y reducción de los logros personales. Cuando usted está emocionalmente exhausto, se siente mermado –no solo emocionalmente, sino también muchas veces física y cognitivamente. La despersonalización se muestra en sentimientos de alienación y cinismo hacia las personas con las que requiere interactuar en su trabajo. Lo que es peor, aunque usted no puede imaginarse seguir así durante mucho tiempo más, no ve una salida. Sin embargo, es la tercera dimensión –la reducción en el logro personal– la que atrapa a muchos empleados. Cuando está agotado, su capacidad de desempeño queda comprometida, y también su confianza en sí mismo.
La investigación muestra que el agotamiento ocurre cuando las demandas laborales que enfrentan las personas superan los recursos que tienen para lidiar con ellas. Especialmente una pesada carga de trabajo, presión intensa y expectativas poco claras tienen mayores probabilidades de sobrecargar a las personas hasta el punto del agotamiento.
Si usted piensa que podría estar experimentándolo, no lo ignore. Las consecuencias sociales y de salud son graves. Los costos para los empleadores incluyen un decremento en el desempeño, ausentismo, mayor riesgo de accidentes y menor compromiso.
Recuperarse del agotamiento y prevenir su reaparición requiere tres cosas: reponer los recursos perdidos, evitar nuevas disminuciones de recursos y encontrar o crear condiciones ricas en estos.
Pruebe estos pasos para combatir el agotamiento:
-Priorice cuidarse a sí mismo: Comience obteniendo una evaluación médica. Priorice los buenos hábitos de sueño, nutrición, ejercicio, conexión con personas a las que disfruta y prácticas que promuevan la calma y el bienestar.
-Analice su situación actual: Quizá usted ya entiende qué es lo que lo está agotando. Si no, registre cómo pasa su tiempo a lo largo de la semana. En cada bloque de tiempo, escriba lo que hace, con quién está, cómo se siente y qué tan valiosa es la actividad. La idea es limitar su exposición a las tareas, personas y situaciones que lo consumen e incrementar su exposición a aquellas que lo reponen.
-Reduzca su exposición a los estresores laborales: Su condición podría requerir una reducción en su carga de trabajo u horarios, o tomar un tiempo fuera. Usando su registro de horarios como una guía, deshágase de las actividades de bajo valor y alta frustración tanto como sea posible. Si encuentra que hay ciertas relaciones que son especialmente agotadoras, limite su exposición a esas personas. Comprométase a desconectarse del trabajo en las noches y en los fines de semana.
-Incremente los recursos laborales: Priorice pasar tiempo en las actividades de mayor valor y que sean más energéticas para usted. Busque formas de interactuar más con personas a las que encuentre estimulantes. Hable con su jefe acerca de qué recursos necesita para desempeñarse al máximo. Haga una lluvia de ideas con sus colegas acerca de formas para modificar los procesos laborales y hacer que todos tengan más recursos.
-Tome la oportunidad para reevaluar: Para muchas personas, el agotamiento es la palanca que los motiva hacer una pausa, evaluar la situación y construir una carrera más satisfactoria.
(Monique Valcour es instructora ejecutiva y es académica en temas de administración).