Londres, Reino Unido | AFP |

En el cine, James Bond descorchaba botellas de champán en fiestas de alta sociedad. En la vida real son botellas con menos glamour las que los agentes rusos del FSB (ex KGB) se encargaban de abrir: las muestras de orina de deportistas dopados.

El informe final del jurista canadiense Richard McLaren sobre el dopaje en Rusia brinda detalles extraordinarios sobre los métodos utilizados por los agentes rusos para destapar y luego volver a cerrar las muestras sin dejar huellas, gracias a un curioso abridor de su invención.

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El objetivo: reemplazar la orina que contenía productos dopantes por orina "limpia". Un método por el que los espías fueron llamados "magos" en el informe.

Actuaban con las muestras B, utilizadas para los reanálisis en caso de un resultado anormal en las primeras pruebas (realizados con las llamadas muestras A) o de una petición particular de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

En 2012, las instancias deportivas rusas estaban sembrando el viento de la actual tempestad: la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) les reclamó, para reanalizar, 67 muestras (A y B) de 56 deportistas.

Problema: En 10 casos, la orina de las muestras A había sido falsificada, al contrario que la de las muestras B, que son inviolables.

"En esa época, la técnica que permitía abrir (ilegalmente) los botes no se había desarrollado y los tapones de las muestras B no podían ser retirados sin quedar dañados", recuerda el informe.

Los rusos se salvaron entonces por la providencial destrucción de las muestras por el laboratorio de Lausana. Oficialmente se trata de un "error accidental relacionado con una incomprensión administrativa", justificación ante la cual McLaren se muestra escéptico.

Instrumento de dentista

"Todos los que estaban encargados de tomar las decisiones estratégicas en el seno del deporte ruso se dieron entonces cuenta de que las botellas de muestras B eran el punto débil del sistema de manipulación y de camuflaje de los resultados", se escribe en el informe.

"La puesta en marcha de un método para quitar de manera oculta los tapones de las muestras B se convirtió entonces en una prioridad", añade el texto, precisando que "el FSB nutría ya este proyecto desde 2011".

El ministerio ruso de Deportes, el FSB y el director del laboratorio de Moscú (Grigor Rodchenkov, que era además miembro del FSB y colocaba café y sal a las muestras para falsearlas), trabajaban en el proyecto, asegura el informe. El objetivo era "ser capaz de quitar el tapón, cambiar la orina de la muestra B y reponer el tapón sin dejar huellas".

El método y la herramienta 'mágica' se encontró en febrero de 2013, unos meses antes del Mundial de atletismo de Moscú, que tuvo lugar en agosto de ese año.

El famoso 'descorchador' "no es más grande una estilográfica Mont Blanc y se parece a un instrumento de dentista, con un mango y una parte fina metálica que puede doblarse en varios ángulos", explica el informe.

Ese extremo puede deslizarse entre el bote y la tapa, permitieron desbloquearlo de manera discreta... o casi, ya que el informe muestra, con el apoyo de una fotografía, cómo la maniobra deja en el bote minúsculas marcas.

"La apertura de las muestras B y el intercambio de orina de los botes fue probado en febrero de 2013 y desde entonces se convirtió en el principal método para disimular el dopaje", subraya el informe.

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