Son casi tres décadas dedicadas a la divulgación científica de la astronomía, y en los últimos años, profundizó su investigación en descifrar lo que los guaraníes veían en las estrellas. Profesor entusiasta, no descansa de inspirar a las nuevas generaciones para que se acerquen a las ciencias.

Por: Jazmín Gómez Fleitas

Producción: Juan Ángel Monzón

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Su pasión por la astronomía se vio alentada por su padre, ingeniero de comunicaciones que estaba en constante trabajo con satélites. "Tuve mi primer telescopio de niño y siempre me fascinó todo esto, pero empecé a estudiar por mi cuenta en 1975", explica el profesor, a la par que sus ojos brillan de entusiasmo. Y es que aunque su currículum señale que es Experto en Patentes por las universidades de Strasburgo y Paris I Panthéon-Sorbonne, Francia, lo suyo son los cielos estrellados.

No estudió Astronomía porque es una carrera que no existe en las universidades del país, pero su afición lo inquietaba y así dio con el Prof. Alexis Troche Boggino -Máster en Física- a quien le comentó que su deseo era estudiar más sobre ello. El profesor Alexis, aficionado entusiasta a la astronomía, consiguió mediante un convenio de profesores visitantes la oportunidad de participar de un curso de astronomía organizado por la Unión Astronómica Internacional, en el año 1985.

"En esa época aparecía el cometa Halley, que era el boom del momento", recuerda Servín, y luego de esa experiencia, él ingresó al Club de Astrofisica del Paraguay, en donde también estaba Troche Boggino. "Y cuando se acercaba lo del eclipse total de sol en 1994, a mí ya me interesaba que pudiéramos llegar a los jóvenes. Así fue que creamos la Asociación de aficionados a la astronomía en 1990".

Allí se abocaron a los jóvenes y a los niños; organizaban charlas y talleres en las escuelas y los colegios. "No teníamos nada en ese entonces, ni equipo, nada. Era un sacrificio inmenso pero queríamos hacerlo", asegura. "Cuando fue el eclipse vino una delegación de japoneses y ellos me preguntaron ¿qué necesitan? Hablamos sobre tener un observatorio en el país y ellos lo donaron. Es el que está en la Universidad Nacional de Asunción en San Lorenzo, es una maravilla del pueblo japonés al Paraguay".

Ya en el año 2000, de vuelta la donación del pueblo japonés hace realidad el primer planetario del país, situado en Oliva y 14 de Mayo; pero a causa de su ubicación tan céntrica, el constante tráfico y la polución sonora, hacía que sea un tanto difícil el dar clases allí. "Yo quería cualquier lugar pequeñito al menos para que pudiésemos seguir trabajando y fue entonces que me llamó el Ing. Pistilli de la Municipalidad de Asunción, y dijeron que querían ayudar", menciona.

El planetario se trasladó al Edificio del Cemupe en Sajonia (Mayor Martínez y Lázaro de Rivera) y actualizó su nombre a Centro Astronómico Bicentenario. "Vienen colegios en grandes cantidades, de todas partes del país. Tenemos dos salas y una terraza para los telescopios. Y el convenio firmado para ello va hasta el 2020", puntualiza.

Además, imparte clases a todos los interesados en aprender un poco más sobre lo que está pasando en el cielo, como explica: "De los talleres que hacemos, muchos quedan y fue así que formamos el Club de Astronomía. Allí, Nicolás Masloff se encarga de organizar campamentos, charlas sobre utilización de telescopios y binoculares, astrofotografía, así como también divulgar la información de estas actividades".

Astronomía indígena

Desde 1998 empezó a investigar quién fue el primer astrónomo en el Paraguay. Descubrió que el título le pertenece a un padre jesuita: Buenaventura Suárez, nacido en el siglo XVIII en lo que hoy es Santa Fé, Argentina. Servín fue el principal impulsor y creador del Centro Astronómico San Cosme y Damián, en el departamento de Itapúa, donde hasta ahora ya superaron las 20.000 visitas. Y es que al respecto, el primer telescopio de Buenaventura Suárez se encontraba instalado en el campanario de la iglesia de San Cosme.

Al concluir su trabajo acerca del legado histórico-científico-cultural de Suárez, lo presentó en la Sociedad Científica del Paraguay en el año 2000, lo cual le valió su ingreso a la misma. Continuó persiguiendo su curiosidad y puso su atención en la interpretación que daban los guaraníes a la astronomía. "Hace dos años, creamos la Sociedad Interamericana de Astronomía, la cual reúne a todas las personas que se dedican a la astronomía prehispánica (indígena). Ingresé en la comisión directiva y, gracias a ello, tuve la oportunidad de contactar con destacadas personalidades de este mundo, de Chile, México, Perú, Ecuador, Bolivia; gente que estudia constantemente al respecto", cuenta.

Fotografía: Aníbal Gauto[/caption]

Sus investigaciones le enseñaron que los guaraníes observaban el cielo para saber cuándo sembrar y cuándo cosechar, y quizás debido a ello relataban historias en las estrellas. Por ejemplo, para los guaraníes de la región oriental, las Pléyades o "siete cabrillas" son un "eichu" (panal de abejas); mientras, los de la región occidental bautizaron este cúmulo estelar como "oñembyatyva" (los que se reúnen). Ambos marcaban el regreso del ciclo agrícola los primeros días de junio. El cinturón de Orión lo componían, por ejemplo, una madre viuda acompañada de dos hijas también viudas a causa de la guerra. Y cualquier evento fuera de lo común, como lluvia de meteoritos o cometas, significaban el anuncio de malos augurios: enfermedad, muerte del cacique, etc.

Actualmente, el Prof. Servín está supervisando la construcción de un mirador circular de dos pisos en Itá Cajón, Trinidad, el cual ofrece una visión despejada del cielo en toda su extensión y estará habilitado a comienzos del próximo año. "Allí habilitaremos dos telescopios pequeños; uno en el primer piso para admirar las Misiones Jesuíticas en 360º, y en el segundo piso, otro de 11 pulgadas para las observaciones nocturnas". Con este objetivo, el profesor ya estuvo capacitando a los lugareños que oficiarán de guías.

"Es un sueño que está a punto de hacerse realidad; así como en San Cosme, donde los guías son tan preparados", expresa. Pero además de todo esto, también se está preparando un planetario a cielo abierto en la Reserva del Bosque Mbaracayú, en donde serán los pobladores indígenas quienes harán de guías.

+INFO

¿Interesada en la astronomía?
Taller de Astronomía para aficionados

El Centro Astronómico Bicentenario organiza su tradicional Taller de Astronomía, dictado por el Profesor Blas Servin, para niños y adultos, que comienzan el lunes 12 de diciembre.

La duración del curso será de dos semanas, los días lunes, miércoles y viernes.

Niños: 15 a 16:30 horas. Costo completo Gs. 80.000.-

Adultos: 19:30 a 21 horas. Costó completo Gs. 100.000.-

Local: Edificio CEMUPE, calle Mayor Martínez y Lázaro de Rivera, Sajonia

Las inscripciones se pueden realizar el lunes una hora antes del inicio en la sede donde se dictará la charla.

El cielo de verano, explica Servín, presenta sus características propias y tiene una singular belleza para las observaciones, especialmente las que se pueden realizan a campo abierto y lejos de la polución lumínica de las ciudades. Recomienda aprovechar la temporada para adentrarse más en ese maravilloso mundo.

Más informaciones al teléfono 0982-334893.

Blas Servin Centro

Astronómico Bicentenario

Edificio CEMUPE

Calle Mayor Martínez y Lázaro de Rivera

Sajonia - Asunción, Paraguay

Cel. 0982334893planetariobs@gmail.com

Déjanos tus comentarios en Voiz