Al frente de la marca nacional Doravera -que volvió al mercado tras una pausa- está en constante búsqueda del equilibrio entre la maternidad y el trabajo. Además, se prepara para brillar en la pantalla chica siguiendo los pasos de Menchi, su musa y madre.
Entrevista: Jazmín Gómez Fleitas
Fotografía y edición digital: Javier Valdez
Producción: Juan Ángel Monzón
Dora Vera es el nombre real de la bisabuela de Alejandra, la abuela de Menchi, y nació justamente para vestirla a ella, a su mamá. "Ese nombre se le ocurrió a mi tía Olga Barriocanal, la prima-hermana de mi mamá. Fue ella la que desarrolló la marca. El sonido del nombre y el apellido juntos es lo que más me gustó; mientras que a mi mamá y tía, todos los recuerdos que renacen al escucharlo", recuerda.
Si bien Doravera nació hace ocho años, hace un par que salió del mercado, y como Alejandra estaba en plena maternidad, decidió ponerle una pausa al diseño. "Sin embargo, nunca cerré del todo, seguía haciendo a medida. Y hace dos años, gracias a Adriana Ortiz, me animé a empezar otra vez, y con Griselda Gómez, mi socia en esta nueva etapa".
Ahora Alejandra se encarga de la logística, el diseño y la materia prima. Griselda, por su parte, es el ojo clínico para la moldería y la confección. "Hacemos un equipo buenísimo juntas y ella, soñadora como yo, se lanzó conmigo a hacer alta costura y a medida. Hay veces que, de repente, pienso si esto es lo mío o no", comenta entre risas y enseguida agrega: "Pero la verdad es que siempre me gustó todo lo relacionado al arte".
Ahora, su marca puede encontrarse en Casa Novia y Popurrí, y Alejandra define el estilo de la mujer Doravera como descontracturado y bohemio, a diferencia de los inicios de la marca. "Como ahora me toca diseñar a mí lo que me gusta, puedo agregar un poco más de mi estilo a las prendas" -aclara-. "Prendas que no se ajusten mucho a la silueta, pantalones anchos; me encantan los estampados, los encajes rústicos, las telas con mucha caída y mezclar texturas para hacer algo único".
¿Quiénes son tus diseñadores favoritos?
Yo no soy tan fan del diseñador en sí, sino de las colecciones, y por eso me pueden gustar varias colecciones de varios diseñadores. Me gustan mucho los diseñadores japoneses. Me paso mirando los Tokio Fashion Weeks, pero por nombrar algunos, me gusta mucho Chloé, Alice and Olivia, Alberta Ferretti, Temperly London, Vivienne Westwood, Valentino.
¿Cuáles son tus colores favoritos?
Mi paleta preferida va desde el blanco hasta los tonos del rosa. Me encantan los pasteles; pero así también, el negro y el gris.
¿Qué o quiénes te inspiran al momento de diseñar?
Diseñar para mí es mi día a día, desde que le conozco a la clienta y me dice qué es más o menos lo que quiere, hasta que le entrego el vestido terminado. La inspiración puede venir desde una buena música, de algo que leíste, de alguna época (sean años 20, 30, 40, 50), de algún color, de alguna textura. Y como mi trabajo es muy puntual, como por ejemplo, con una novia, me inspira su estilo, la forma del cuerpo, el color de piel, de pelo, la hora de la boda, la decoración y miles de otros factores.
¿Tu musa es tu mamá?
Mi mamá es todo en mi vida. No solo una de mis musas, creo que soy tan mamitis que no sé qué haría sin ella -ríe-.
¿Cómo organizás tu vida familiar con la laboral?
A veces quiero clonarme, no es para nada fácil. Todas las mamás que trabajan deben pensar lo mismo: ¿Cómo hace ella para trabajar y criar hijos? Todas nos hacemos la misma pregunta, estoy segura de eso, y me saco el sombrero con todas las que enfrentan este desafío. Desde preparar la merienda para el cole, hasta la tela que faltó en el taller que hay que llevar a primera hora, o que estoy terminando de bordar algo y ya tengo que buscarles del cole, a la tarde pruebo vestidos pero también les llevo a las múltiples actividades extraescolares. La culpa que sentís por trabajar y no estar con ellos todo el tiempo, hasta que te das cuenta que tampoco pasa nada o mucho si no estás 24 horas en tu casa. Es un rompecabezas, y por suerte tengo mucha gente que me ayuda con todo, o sino sería directamente imposible.
¿Cuál creés que es tu mayor desafío al trabajar el diseño de un vestido?
Las mujeres en sí somos insoportablemente especiales. Cada una tiene algo que no le gusta de su cuerpo, todas tenemos asuntos no resueltos en esa área, y ese es todo un desafío. Yo tengo que ver con telas y tijeras de tapar cosas que a lo mejor solo esa clienta ve y que no hace falta tapar eso que ella quiere. Desde mi rol puedo meterme hasta un punto y sugerir amablemente, y así voy negociando lentamente con cada una lo que le va a quedar mejor y cómo resaltar esas partes del cuerpo que sí le gustan. Desde el color que no quería pero que sí le puede quedar bien, hasta el corte que sí le favorece y que te crea que va estar hermosa ese día. Ese es mi desafio de todos los dias, pero me encanta.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
¿Tiempo libre? ¿Qué es eso? -ríe-. Aunque estoy casi todo el día con mis chicos, menos con Franco que ya va al cole hasta las cuatro de la tarde, tener "tiempo libre" para ellos es lo mejor que me puede pasar; mejor le llamo tiempo de calidad. Y cuando me sobra algún minuto, me gusta salir a correr, cocinar o leer. Nada que me pueda generar estrés: poder estar tirada haciendo "nada", dormir si puedo o si me dejan.
¿Qué te gustaría aprender o intentar más adelante?
Amo cocinar, es otra de mis pasiones. Estudié también con Sarita Garófalo (genia de la cocina) y terminaría mi carrera de gastronomía por puro gusto. Meterme a la cocina es otra de mis aventuras. Cuando viajo solo quiero comer rico y probar comidas nuevas. Comer es uno de los mejores placeres de la vida.
¿Qué planes tenés para el futuro? ¿O cómo te gustaría que te encuentre?
Por el momento mis planes a futuro están centrados en afianzar Doravera de nuevo en el mercado y que la gente reconozca su estilo. Obviamente una sueña con muchas cosas más, pero espero que se vayan cumpliendo lentamente todo lo que anhelamos con Griselda Gómez, que es mi compañera, socia y soñadora desde hace ocho años.
Estrena The Reality Show el próximo año
En abril de 2017, Alejandra se estrena como co-conductora en un programa de televisión paraguayo que se llamará The Reality Show y abarcará moda, gastronomía, arte, entretenimiento, cultura y estilo de vida. "Es un nuevo formato que todavía no se vio en el país. Nació hace seis meses y va ser un programa de tevé atípico; vamos a viajar y mostrar al Paraguay lo que vemos afuera y viceversa", explica.
La idea nació con Juan Rabanal, quien fue el que la invitó y le dio seguridad para animarse al desafío. "Juan es un soñador nato y de esas personas que cuando se le mete algo en la cabeza no va a parar hasta concretar esa idea", comenta. Son parte del equipo: Paolo Defelippe (co-conducción), Andrea Montanaro (producción y conducción), Amelia Escobar (produccción), Loli Ferrés y Negib Giha (fotografía) , María José Manzoni (producción ejecutiva), Sabrina Ayala (maquillaje) y Jazmín Cataldo (diseño gráfico).