POR ÓSCAR GAVILÁN

Tuvieron que pasar 82 minutos para que se pueda vivir la máxima emoción en La Arboleda, en un duelo que tuvo más errores que virtudes. Una salida rápida de los danzarines, Sosa rechazó el esférico, Álvarez de cabeza cedió a Luis Amarilla, quien con genialidad eludió al golero Vargas y sacudió la red para alegría de la escasa hinchada azul.

Fue un golazo por la perfecta jugada colectiva. Pero la felicidad de los danzarines no duró mucho, porque a siete minutos apareció Cristian Paredes, quien con un zurdazo ubicó el esférico a un costado del portero Silva para el empate en Santísima Trinidad.

Esta paridad sirve como una victoria a los danzarines, quienes por la acumulación de puntos ya tienen asegurados una plaza en la Copa Sudamericana del 2017.

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Los solenses buscaron por los conductos el desequilibrio. Álvarez, quien sobresalió por su riqueza técnica, velocidad y picardía en ofensiva, tuvo dos genialidades, primero tras acomodarse entre los zagueros danzarines, con un remate potente y cruzado estrelló el balón por el horizontal del portero Vargas, y posteriormente un cabezazo que el golero ñuense tuvo que esforzarse para desviar la trayectoria del esférico.

El "Pinti" además asistió a Amarilla para el gol. Los dueños de casa también generaron algunas jugadas de riesgo ante la portería de Silva, pero Gracián e Irala estuvieron lejos del nivel acostumbrado.

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