Aparecen los primeros bomberos suspendidos por el Directorio del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBPV-Amarillo). Todos son voluntarios que venían pidiendo transparencia en el manejo financiero de la institución.
La persecución que se inició en octubre pasado con la instrucción de sumarios a 39 voluntarios por parte del Directorio de los bomberos amarillos, se fue completando en las últimas semanas con las sanciones correspondientes. En ese sentido, el pasado 12 de noviembre, el CBVP dio a conocer el AI Nº 069 mediante el cual se sanciona en forma transitoria a los bomberos Álvaro Barca, Roberto Bogado, Jimmy Emhart, Blas Cuenca, Marcelo López y Orlando Villalba.
Estos voluntarios figuran en la primera nómina de sumariados por supuestos actos de indisciplina e incluso "delictivos", que apunta el Directorio como motivo del sumario. Todos estos bomberos, llamativamente, participaron de la manifestación frente al cuartel general el pasado 20 de setiembre, ocasión en la cual un grupo importante de bomberos de distintas compañías se presentó ante la oficina central para exigir respuestas y principalmente transparencia en la gestión del Directorio.
En el documento mediante el cual se ordena la suspensión –de carácter temporal– se menciona que dicha determinación obedece a que supuestamente todos estos bomberos no se presentaron ante el Tribunal de Conducta en el marco de la citación para tener su versión, dentro del sumario. Esto se sustenta en el artículo 360, inciso 3, del Reglamento General de los bomberos amarillos.
Sin embargo, uno de los bomberos, Blas Cuenca, envió una nota por escrito señalando que por cuestiones estrictamente laborales no podría asistir a declarar. No obstante, igual fue suspendido. Además de estos rescatistas, prácticamente todos los sumariados ya fueron notificados para que se presenten a declarar, en una llamativa agilidad del tribunal para operar.
La represalia
Desde que empezaron a hacerse públicas las situaciones irregulares en el manejo financiero del CBVP-Amarillo, muchos de los voluntarios que se animaron públicamente a expresar su descontento recibieron la notificación de ser sumariados.
En el sumario abierto contra los 39 bomberos, el fundamento se basa en que estos voluntarios maltrataron el patrimonio del Cuerpo y atropellaron el lugar. Ante esta situación, el Directorio resolvió repudiar los actos de violencia que supuestamente realizaron estos voluntarios; comisionar a la dirección jurídica para que inicie las acciones legales correspondientes y remitir las actuaciones de estos bomberos ante el Tribunal de Justicia del CBPV-Amarillo para instruir el sumario correspondiente contra los bomberos individualizados.
Ataque, en lugar de aclarar
En los últimos días, autoridades de los bomberos amarillos recorrieron varios medios televisivos y radiales con la supuesta intención de aclarar las publicaciones que empezaron a salir en las páginas de La Nación, pero que luego tomaron también otros medios. En ese contexto, Rafael Valdez, presidente nacional del CBVP, apareció en varios programas televisivos, pero lejos de aclarar las dudas o dar una respuesta racional sobre las decenas de denuncias, se dedicó a cuestionar las publicaciones, alegando que existe una campaña "para desprestigiar" a la institución.
Como un solo elemento, se puede mencionar que en ninguno de los medios en los que estuvo Valdez demostró que existan los equipos comprados de la firma Circumpunto SRL, propiedad de Daniel Aquino Rivas, miembro del Directorio del CBVP-Amarillo y que se convirtió en una importante proveedora de los bomberos. Solamente el año pasado, los bomberos amarillos adquirieron equipos por valor de G. 967 millones de la empresa, entre los que resaltan unas 1.000 unidades de cascos F1 de la marca MSA. Sin embargo, en ninguna compañía se confirmó que estos equipos llegaron para los voluntarios.
Inclusive, el propio Daniel Rivas había declarado en conversación con La Nación de que esa transacción no se había concretado y que las facturas que estaban en la rendición de cuentas del CBVP ante Hacienda era parte de un sistema de "facturas anticipadas" que se acostumbra utilizar en este tipo de operaciones.
Además, existen otras series de irregularidades que se publicaron y que no fue aclaradas por los miembros del Directorio.