Nueva York, Estados Unidos. AFP.
Clinton, que acaricia el sueño de convertirse en la primera mujer presidenta de EEUU a los 69 años, y el magnate multimillonario Trump, de 70, culminaron el martes una reñida campaña de casi dos años plagada de insultos y ataques personales.
Por primera vez en la historia, el voto latino, que rompe récords cada cuatro años debido al crecimiento de la población, podría ser decisivo y ayudar a Clinton a alcanzar la Casa Blanca.
El miedo a una victoria de Trump, que ha dicho que los mexicanos son "violadores" y "narcotraficantes", y que si es elegido, construirá un muro en los 3.200 km de frontera con México y deportará a los 11 millones de indocumentados del país, ha movilizado a los hispanos, la primera minoría del país.
La mayoría de los latinos votan a Clinton, pero tradicionalmente acuden poco a las urnas. En Florida, que Trump precisa para ganar y donde Clinton ha avanzado gracias al voto de los puertorriqueños, los candidatos estaban cabeza a cabeza: con 91% de los votos escrutados, Trump aventajaba ligeramente a Clinton por 49,1% contra 47,8%. El propio Trump reconoció lo que estaba en juego al pedir en Twitter al final de la jornada el voto en Florida.
En el barrio latino de East Los Ángeles, para el mexicano estadounidense Margarito Salinas, de 88 años, la opción era fácil. "Ese tipo es casi un nazi", dijo Salinas. "Yo le di mi voto a 'La Señora'".
En Corona, Queens, el corazón hispano de Nueva York, la mexicanoestadounidense Rosa Hernández, de 34 años, cuenta que votó por Hillary porque "tiene la cabeza un poquito más ordenada que Trump, que tiene mucho racismo, está lleno de odio contra los mexicanos y las mujeres, no está en sus cabales".
Una alegre Clinton votó temprano, poco después de las 8:00 locales en una escuela cerca de su casa en Chappaqua, en el estado de Nueva York.
Donald Trump votó en una escuela cerca de la Trump Tower en Manhattan, bajo los abucheos de simpatizantes de su rival que le gritaban "¡Nueva York te odia!". El ganador necesitaba llegar al número mágico de 270 votos electorales, surgidos, en realidad, de 51 miniescrutinios en cada estado y la capital, Washington.
Partido Republicano mantuvo mayoría en C. de Representantes
La Cámara Baja estadounidense tiene 435 asientos que se renuevan este jueves por completo, de los cuales los republicanos contaban con 247 por 188 de los demócratas.
Además, está en juego un tercio de los 100 senadores que componen la Cámara Alta, también bajo control republicano, y que los demócratas podrían recuperar, aunque por un estrecho margen. El actual presidente, Barack Obama, obtuvo su histórica victoria en el 2008, y además su partido logró hacerse con el poder en el Legislativo, lo que permitió al mandatario contar durante dos años con el favor del Capitolio para avanzar su agenda.
Sin embargo, los demócratas fueron perdiendo paulatinamente el Congreso, primero la Cámara de Representantes en el 2011, y luego el Senado en el 2015, donde ahora tienen 46 senadores, por 54 de los republicanos.
Entre los resultados que ya se han confirmado durante la noche electoral en la Cámara Alta, destaca la reelección del senador republicano Marco Rubio en Florida, así como de su compañero de partido Robert Portman en Ohio, mientras que la demócrata Tammy Duckworth arrebató su asiento al conservador Mark Kirk.