Finalmente, y a falta de cinco fechas, se terminó la temporada para los delanteros Fabio Escobar y Cristian Bogado, quienes habían sido separados del plantel de Rubio Ñu, junto al arquero Carlos Gamarra.
La historia comenzó el sábado, cuando estos futbolistas se presentaron a entrenar, luego de haber participado el viernes en la derrota frente a Deportivo Capiatá (0-1) en casa. Mientras el Torito fue titular y completó el juego, Escobar ingresó en la primera etapa y el Coloradito estuvo en el banco.
Por orden del presidente Rubén Ruiz Díaz, el utilero del club no les entregó la ropa de entrenamiento y les avisó que estaban separados del plantel. Si bien no tuvieron un motivo oficial, se rumoreó que fue porque habrían incitado a sus compañeros a no entrenar ante la deuda que mantiene el club con el plantel (dos meses de atraso en el salario, más premio por el triunfo ante River).
Los afectados negaron dicha versión, avisando que se presentarían nuevamente este lunes. Aparecieron Bogado y Escobar, no así Gamarra, que es hijo del principal inversor del club, el Colorado.
Feliz término
Como no hubo acuerdo para seguir jugando, los atacantes rescindieron sus respectivos contratos con la institución que está en el penúltimo lugar de la tabla del Clausura y con muy bajo promedio, aunque de momento no peligra la permanencia en Primera.
La noticia la dio el abogado Ricardo Scarone, quien calificó de "feliz" el acuerdo al que llegaron con la dirigencia verdolaga, pese a que dos futbolistas se quedan sin trabajo por lo que resta del año.
"Llegamos a un feliz término con el presidente y ya no siguen en Rubio Ñu", informó Scarone, en declaraciones al programa "Urbana al Máximo", en relación a los futbolistas representados por Darío Fabbro.