En el Museo de los Inmigrantes inaugurado en El Cabildo se pueden apreciar objetos, documentos y fotografías relacionadas a las inmigraciones a Paraguay y apunta al mayor conocimiento de una historia de la formación de las identidades, la mejor comprensión y el reconocimiento de los aportes que hizo cada cultura. El horario de visitas es de 8:00 a 20:00, de lunes a viernes; y de 9:30 a 17:30, los fines de semana.

Allí se exhiben objetos desde cuando llegaron los primeros franceses, en 1850, durante el Gobierno de Carlos A. López, hasta 1940.

El curador, artista y asesor de El Cabildo, Carlo Spatuzza, explicó que la idea inició a través de una comisión encabezada por Margarita Morselli, quien se abocó a comunicarse con personas que tenían objetos antiguos, de los primeros inmigrantes. El local hoy atesora más de 200 objetos que muestran desde la llegada hasta la vida de las diferentes colectividades. Se pueden apreciar entrelazados, como por ejemplo tejido japonés con tejido francés; también pasaportes de la época, libros de registros, incluso las maletas, cartas y fotografías.

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Un visitante observa vestigios de los medicamentos que traían consigo principalmente los europeos.

El museo consta de 4 salones: en uno se ve el viaje y los primeros inmigrantes cuando arriban a Asunción y luego cuando se trasladan a diferentes puntos del país, sus hijos, correspondencias, libros de Moisés Bertoni, instrumentos musicales de japoneses, entre otros. El segundo salón está destinado al agro, con la agricultura de los ucranianos y menonitas con sus respectivos utensilios de labranza.

El tercer salón guarda planchas de hierro (a carbón) de la época, relojes colgantes, manteles, ropas de niños, cubiertos de plata. El último cuarto se destina a personalidades de la ciencia, literatura y la industria de la salud y medicamentos de la época.

Las salas temáticas tiene un recorrido que inicia con un mapa conceptual de las inmigraciones a Paraguay, desde los primeros habitantes, los indígenas; pasando por el viaje, la llegada, la inserción cultural y los aportes de las diferentes corrientes migratorias. Entre las personalidades están Josefina Plá, Branislava Susnik, Aimé Bonpland o Emilio Hassler y hasta el impecable Ford T, de 1909, de Moisés Bertoni.

Documento invaluable: el libro de Registro General de Inmigrantes.

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